NOVIEMBRE. DIA
XIX.
por el qual nj hay gracia que la sea imposible, ni peligro,
n'ecesidad
ó
aftic_cion que la sean insuperables. Por ser ma–
dre de Dios .i;e atreven tos Santos
a
llamarla madre de mi–
sericordias"' medianera de los pecadores, ·reparadora del
mundo, :redentora de los cautivos.,
y
ímica -razon de to–
.da nuestra esperanza. No se puede duciar que ·en todo esto
procedeo ilos· padres con suma
razoa,
y
que con la
mis–
ma 1o autoriza la Iglesia; pórque aunque-es verdad que Je–
su-Christo
es el
ún.ico, salvador nuestro
y
naestro't'edentor,
y
el unico que dió su sangre por precio d
e '1nuestra salud, con
tod0 eso quiso, como verdadero hijo
de
Mar.fa, darla parte
·en esta grande obra, para lo qual babia
muchas
y
muy po–
derosas razones. La ,primer.a
7'
.porque en
sus
purísimas ·en–
trañas
fué
fo.rmad0 ·de ·su
:sa~gre
aquel .cuer,po santísimo .,
.a
que se
untó
·el divino Verbo.,
y
por cuy0 medio obró la sa–
lud
en
medio de la tierra. La
segunda ,
porque María san–
tísima parió ,
y
alimentó !con ·el purísimo néctar de sus pe–
chos
el
cordero
ínmacu~ado,
que babia de servir de yíctima
al Eterno Padre por 1os
.pecadG>s
del mundo. La .teroera, por–
que Jesu-Chr:isto ·era suyo, 1e poseía con legíti-mo <ierecho,
le había recibido .del Padre, le babia rescatado
en
·el
tem–
plo con su dinero '
y a
todas sus .acciones
y
·obras la com–
petia el derecho .que tienen las madres respecto .de sus
hijos. La quartá.., ·porque consinrió en la muerte de ·su hijo,
·necesaria para
1
obedecer .al Eterno :Padre,
y
l\escatar al
géne–
ro bumaao .de la seTvidumbte antigua.,
·pues
no
-es
creible,
que para un .asunto tan doloroso como entregar
a
la muer··
te el cuerpo de su hijo,
no
se solicitase su consentimien–
to, quando
1el
Esp(ritu Santo no pasó
á
formarle ·en sus
entrañas,
sin
'Obtener primero
su
.anuencia por .medio de
una embaxada solemnísima,,
que
.}a :llevó el
arcángel
San
,Gabr,iel. La quinta , en 1in ., porque
e~tando
.al pie de la
cruz, sintiendo en su corazon Jo mismo que jesu-Christo
en su miembros, ·Ofreció al Eterno Padre el ·sacrificio de su
hijo, haciendo en esra ocasion el oficio de sacerdote ,
y
.poniéndose por
medianera ,
y
..Prolectora
entre Dios ,
y
los
hombres• .
Todas .estas razones.,
y
otras infinitas -que
hacen
cono–
cer la grandeza del patrocinio de María,
t'Stán
tan repe–
tidas en los santos padres, que sería
nece
ario copiar una·
gran parte de sus escritos si quisiéramqs refenr
~us te~t \mo-
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