NOVIEMBRE.
DIA
XIX. -
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t uvo guerra con los moros hasta lograr hacerlos tribu ta–
r ios , fuéron debidas al patrocinio de María , como
el
mis...
mo santo rey confesaba. María santísima se alistaba ea
sus
exércitos como su directora
y
capitana,
y
en las mar–
c has
y
en las batallas hacia el rey llevar diversas imáge–
nes de la madre de Dios que
a
un mismo tiempo diesen
á nimo
y
valor
a
sus soldados,
y
terror
a
los enemigos. Er a
en esta devocion tan 'extretnado, que hasta en
el
a rzon
de la silla del caballo que montaba babia hecho colocar
una imágen de María, no pudiendo su devocion sufrir que
en el ardor de las batalJas no tuviesen sus ojos
pre,
en te
la imágen de aquel dulce objeto, con cuyo patrocinio es–
peraba la victoria. Fué en esto tan feliz, que en tan tas
batallas como dió siempre salió victorioso, sin que
jamas
se
verificase que le venciesen sus enemigos.
En
reconoci–
miento al patrocinio que babia experimentado siempre
d e la reyna de los ángeles, dispuso, quando conquistó
i
Sevi1la , que esta Señora entrase
a
tomar
posesion
de la
ciudad en un magnífico triunfo que qispuso para este efec–
to. De la misma manera entró en Coastaatinopla el em pe–
r ador Juan Comeno, llevando en un carro triunfal , hecho
de plata
y
adornado de ·muchas piedras preciosas , la imá–
gen de María santísima ,
a
cuyo patrocinio atribuía jus–
tísimamente las muchas victorias 9ue habia conseguido,
y
la conservacion de· todo su
í
imperio. P.ero vol viendo
a
nuestra España, sin mencionar la victoria del Salado , en
q ue Alfonso el XI. mató doscientos mil moros ,
y
cautivó
o tros infinitos ., sin que ,hubiesen faltado mas que veinte
christianos : sin contar los triunfos
de
Alfonso l, rey de Por–
t ugal,
los
de Don
Juan
11,
rey
de Castilla, los de Ramiro
elJl, rey de Leon, en que dos ángeles, enviados por María
santísima, venciéron doscientos mil moros: ni los de Fer–
nando el Católico, que traía siempre consigo en las ·ba–
t allas la imágen dP, María
y
con eJla entró triunfante
en Granada , dándola el
título
de la Victoria : sola la
fa–
mosa batalla de Lepanto basta para hacer ver
a
los espa–
ñoles hasta dónde ha llegado la proteccion de esta Señora,
y
quánto está obligada para con ella su gratitud. Gober–
naba la Iglesia el santo papa Pio V, quando- orgulloso Se–
lim
ll.
con las innumerables victorias que babia alcanzado
contra los. christianos
su padre Solimán , conquistando
~
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