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AÑO CHRISTIANO.
timiento tan vivo
y
una contricion tan perfecta, que las
perdone Dios por sus.
misericor~iosas
·entrañas con los pe...
cadores,
y
una humilde confes10n absuelve de los mayo–
res pecados. En la mor.tifica;:ion de
l~
carne y en las
pe–
nitencias del cuerpo umdas
a
los méritos de Jesu-Chrtsto
hay fondos para pagar nuestras deudas; pero todas estas
satisfacciones
no
alcanzan para la murmuracion. Detesta
en buen hora
tu
pecado con honor : despedaza tu cora–
zon con el mas vivo dolor: confiesa tu éulpa con la ma–
yor sinceridad : haz que tu cuerpo sufra la pena que me–
reció tu lengua murmuradora: no hay cosa mas justa, no
la
hay mas loable, no la hay mas importante; pero to–
davía
te falta una obligacion indispensable: aquella
per–
sona inocente , cuya reputacion manchaste , tiznaste , de–
nigras e·, pide de justicia la restilucion: ni Dios
te
quiere
conceder
el
perdon hasta que repares aquella grande in–
juria que la hiciste; hasta que se lave aquel crédito man–
chado ; pero esto te parece tan fácil!
- Es la fama aquella buena opinion que los hombres
tie–
nen de la honra , de la virtud
y
del mérito de los otros
hombres. IJa murmuracion destruye esta buena opinion
en el concepto de aquellos
a
quienes se manifiesta : cómo
se podrá
reparar~
Es una luz que apaga la murmuracion:
cómo se volverá
a
encender~
Con qué arte, con qué in–
dustria se podrá conseguir que doscientas ó trescientas
'Personas depongan el mal concepto del próximo que
ya
se
las sugirió
~
Cómo se podrá desengañar
a
.un
pueblo
entero de la mala opinion
que
se le inspiró ,
y
que
autori~
.zó
la.
inclinacion natural
<l
creer siempre lo
peor~
Y
aun
quando sea posible la pública retratacion de un murmu–
rador convertido, restituirá nunca
<l
la inocencia,
a
la vir..
tud, al mérito aquel lustre, aquel esplendor que le
quitó~
Desdígase uno quanto quisiere, el concepto no se muda
tan fácilmente. Tanta verdad es , que el daño de la
mur~
muracion es casi irreparable; y que este pecado con suma
dificu tad encuentra perdon.
Sin
embargo, pocos pecados
hay
mas generales, pocos
de
que
se arrepienta ménos. Se murmura con tanta
faci–
lidad como. se habla: desmaya la conversacion si la
mur-
1nuracion no
la
anima: se murmura burlándose, se
mur–
mura con cólera , se murmura
por
humorada
y
por cos-
tum-