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AÑO CHRISTIANO.

siempre igual;

y

como su corazon era el

domicilio

de la paz

y de la caridad, tampoco se abría su .boca sino para pronun–

ciar

palabras de edificacion. Parecía un hombre súperior

:l

la naturaleza de todos los <lemas por su elevada virtud. Hon·

ró Dios su eminen-te santidad con el don de los milagros;

los que le eran tan familiares, que parecia especie

de

mi–

lagro el dexar de -hace·rlo, por lo que

fué

el Taumaturgo

de su siglo.

A

tan milagrosa vida correspondió una muer–

te

_tan dichosa, que en ella admirarémos otro prodigio de

caridad. Había tiempo que sabia por revelacion la hora

de su muerte'

y

tenia prevenido de ello

a

sps

discípulos.

Noticioso de que en la iglesia de Canda, perteneciente

él

su obispado,

habia

alguna disension, pasó

a

apaciguarla

este ángel de paz. Logró el intento,

y

sintiendo que le jban

faltando las fuerzas, conoció que aquella debilidad era pre–

nuncio de

su

muerte. Echóse en cama , quedándose boca

arriba con los·ojos clavados en el . cielo para no perder de

vista el lugar donde tenia fixo su amor. En esta postura

pedía

a

Dios se dignase desatarle de las cadenas del cuer–

po para

ir

a

gozar en el empireo

de

la libertad que gozan

los

hijos

de Dios. Era el pobre lecho un verdadero cil_icio

· cubierto de ceniza: rodeábanle sus discípulos deshechos

todos

en

lágrimas,

y

le suplicáron les permitiese poner–

le debaxo algunas humildes

pajas;

pero el Santo no lo con–

sintió , diciendo :

Hijos mios, un christiano

deb~

morir so–

bre la ceniza; pecariayo si os diera otro exemplo.

Repli–

·cáronle los discípulos:

Tú eres nuestro padre, no nos de–

sampares, porque vendrán los lobos .carniceros, se arro–

jarán ,robre el rebaño

,

y quién le defenderá quando ya no

tenga pastor

~

Enternecióse el Santo ;

y

sintiendo

en

su

corazon dos afectos contrarios

a

imitacion del apóstol, uno

de ir

a

unirse con su soberano bien '

y

otro ·de quedarse

en la tierra para mayor bien de su iglesia, en esta consti–

,tucion hizo

a

Dios

la

oracion siguiente:

Señor, si todavía

soy necesario d tu pueblo., no rehuso et trabajo

:

hágase

tu voluntad.

o

varon superior

a

todos los el0gios

!

excla–

ma la Iglesia

a

vista de este paso; pues ni temiste la muer–

te,

ni

rehusaste Ja vida. Admirable· disposicion de cari–

dad,

exponer la propia salvacion por asegurar la de su

re–

baño! Tuvo atrevimiento el demonio para aparecérsele

al

Santo en aquella hora; pero todo lo

que

sacó

fué oir

de

su