AÑO CHRISTIANO.
retíro. Edificaronse muchas celdas cerca de la suya ,
_y
no pudo el Santo negarse
a
enseñar,
y a
dirigir aquellos
nuevos discípulos por el camino del Cielo , en
el
qual es–
taba tan instruido.
Extendióse la fama de San Antonio por Africa, Ita–
lia, y Francia;
y
casi por todo el mundo el
~ran
poder
que Dios le habiéf concedido sobre .los demonios, el don
de profecía y de milagros, y •Concurrieron
a
él de todas
partes inumerables discípulos. Hallaronse bien presto po–
blados aquellos vastos desiertos ; edificaronse 111uchos Mo–
nasterios, y en menos de . diez años
se
contaron en ellos
muchos millares de
solitarios.
Creciendo. todos
l.osdias -aquella religios(). república , se
vió Antonio obliga
doa
dedicar toda la atencion
a
su go–
bierno. Unas veces los instruía
a
todos en comun , otras
en particular. Desengañáos , P,ermanos, les repetía con
freqiiencia, que para hacer progresos en la vida espiritual,
es menester hacernos cuenta que _cada ·dia comenzamos.
Por mucho que se trabaje por Dios , _no · hay .proporcion
entre el premio y el trabajo. Si quereis vencer al demonio,
amad
a
Christo; orad mucho; mortificaos mucho; · y sed
lmmildes. El espíritu. de las tinieblas teme
a
las almas pu–
ras.- Nada le confunde tanto como la desc;onfian·za de
sí,
y
la confianza
~n
Dios.
r
·
•
.
Pero no solo babia destinado Dios
a
nuestro Santo para
instruir
a
los solitarios ; tambien le tenia escogido para
confundir
a
los Gentiles
y a
los Hereges, y para alentar–
a
los Fieles en el rigor de las mayores persecuciones.
·
· Llegando
el
noticia de Antonio, que eran conducidos·
a
Alexandrfa muchos Confesores de Christo para quitar–
los la vida con los. mas crueles .tormentos,
y
temiendo
que algunos flaqueasen en ln Fé
a
vista de los suplicios,
partió al punto del desierto para asistirlos en las prisiones.
Pretendieron estorbarlo los tiraQO.s ,. mandando pena de la
vida , que se retirasen todos los solitarios Pero despre–
ciando Antonio la suya, no abandonó
a
aquellos genero–
sos Confesores hasta
que
consumaron el sacrificio, y
no
dependió de él que
no le
hubiese tocado la misma
di–
chosa suerte.
Crecía en nuestro Santo.. el amo.r al retíro en
medio
de
los tumultuosos
e~ercicios -
de la caridad;
y
apenas estu-
.
vo