AÑO .CHRISTIA
NO.
su fiel 'Siervo ,
y
1
confunélir'
a
un mismo tiempo. al spí–
ritu
tle
las tinkb:las .cbn
l
.malignidad
de a<quel!-
man–
cebo
,:
Héroe
tle la'
Religiorl ; permitió que
d
demonio
le atormentase tan cruelmente, y d.e
tantas maneras,
que despues de haberle maltratado un dia con desapia–
datl.os_:golpes,
le dexó tendido en el súelo, casr sin señal
de
~ida¡ í, El .
amigo ·der iSarato ' le halló en este estado el
dia
sigo<ienté
t:y
.-le, coriduxó a la Iglesia de una Aldéa
vecina,
1donde 1; le tuvieron'. por muerto. Acia
~la • media
noche
volvíó en sí , tan léjos de acobardarse, que su–
plicó
a-.Snamigo le' restituyese
a
su
sepultura , , con tantas
inst-áUcfás
·:qoe:
ño se :pudo .:Fésistir. .
,
.
.
·
I
•
Esta.
1
Ite~olucio11
tan
gerferosa confundió ·de tal ma–
ne!ª al enemigo comun , que ..no tehiehdo ,mas licencia
para maltratarle
cnn
go1 pes , empleó' toda su rabia en
atemorizarle con temerosos ahullidos , con gritos horri–
bles, con visiones espantosas,
y
con fantasmas extraor1"'
<linarias. Parecia que todo el .ayr.e estaba
lleno
de ani–
males de extraña figura.,.
y
1
·de bestias feroces que iban
a
despedazarle. Pero Antonio , colocada en .Dibs toda su
confianza, se burlaba de tanto esfuerzo ridículo. "Muy
"flacos
y
muy cobardes debeis de ser ( decia burlandose,;
"a
los espíritus malignos) quando sois tantos contra un ·
,; hombrecillo solo ; pero un hombrecillo que toda su fuer..
,;za
la tiene afianzada en la gracia del Salvador.
·Si
te–
" neis poder iJara hacerme mal., aqui estoy ; no
es me:.
"nester tanto ruido.
Eh
vano pretendeis conmover
y
ar–
" ruinar el duro techo de esta sepultura., porque el Señor
"es mi ayuda,
y
yo me burlaré de todos mis enemigos/'
Dixo ,
y
haciendo la rseñal de la
Cruv,
como refiere San
Athanasió
~puso
eni 'vergonzosa fuga
a
todos los demonios.
Entonces , levantaado Jos ojos
·al ·
Cielo , descubrió
un
hermoso rayo de luz , que se desprendia ·ácia
él,
y .
ha–
ciendole sentir el Señor los dulces efectos de
su
amorosa
presencia:
Adónde eitabais, amado Jesus mio,
exclamó
el ·Santo ,
·adónde estabais durante el tiempo de esta tem–
pestad '~
Y oyó una voz que le respondia:
Contigo estaba,
hijo mio Antonio
,
mirllndo tu petéa,
y
siendo testigo
de
tu
valor
;
y
pues has sido tan fiel, ro te prometo
mi
sin–
gular proteccion,
y
tú
quedarás siempre vencedor
de
to-
dos
tus
enemi_gos.
.
,
Le-