ENERO.
DIA lX.
99
bacemos nosotros
~
Pero qué
digo~
Aún
la
hacemos mu–
cho peor ; pues conociendole ,
y
haciendo profesi<;m .de
conocerle., le sacrificamos
a
un
vil
interés ,
a
un
respeto
bumano; . · ·
.,
, _ ,
.
_
No hay sombra de .razon
que
pueda jamás autori–
zar tan indigna preferencia. Qué Padres ha habido ,
ni ·
habrá mas amables ni mas respetables ·que María,
y
qut!
Joseph
~
Qué ];fijo ha habido, ni· haqrá, que.mas respe•
tase ni amase mas a sus Padres que el Salvador
?
Con
todo eso .luego que se atraviesa la gloria de Dios: ·lue–
go que se trata de hacer la voluntad d_e su Padre Celes–
tial , no delibera un momento ; sepárase de ellos , dexa •
los partir,
y
retirase al Templo.
O
quántos hijos- desgra- -
ciados hay en el
rrn,mdo,
por
haber sacrificado su salvacion
a
los jntel'eses de su easa'
o
a.lat\'~na ;~<;>pd~scendacon su~
parientes!
No sabiais ·vr;sotros·qu.e ro debja en,plearme·en
las cosas que tocan.
·
d
mi~
fadre
J
Esta es la generosa
respuesta que debemos dar a ·esos_ teptadores peltgrosos
e
importunos '
a
esas
solicitaciones artificiosas '
a
esas fal.–
sas ternuras
4~ la_.
1ca.rn~.
y ·#sangr~,
.a.
tpdo lo que
no~
induee
a
pr-e_ferir . ta. ¡cr.iatura , é!l Cria4or,, ,
:e~
gusto .
a
fa
qbligacion,
y
~l.
siervq aL So\1era90
Pi;u~ño. .
· · _.
:•') ·:
:
,
No sabiais
;vosotra.r. ~
1
Con
ef~éh> ,
este ·es .uqo ,de
lo~
,primeros.
principios·¡ de - nuestra .¡ geligio~.
Aún,
Ja mismi
luz de la razon da
a
conocer la ·
espanto~a
injustiEia
de
$-!Sta
indigna preferencia. , Que.! .ug Dios . en
c~ncurrenci~
coq_
ij.na,criat1:1ra
!
L;a
f,é;
1
el entendimjento ,
la
concien–
.cia,, _
todo·
cla.r;n~, ~odq, gdt~
·coq.Jfa>' estC\
impi~dad.
Con
ioc;to eso ante
nosot~qs
se
,intent~ e~ta
causa; en. el :tribu–
nal de nuestro corazon se
litig~
este.pleyto ;
y
por lo co•
mun damos la sentencia contra Dios.
.
'
Señor, Señor,
y
qué ingratqs que
. ~o~os!
P.ero
qu~n;ta·
es vuestr,a
infin-it~
ibp¡idCJd
·~~
_sufrir .mi iniql.lidad y mi
mafü;ia
!
Mil veces os fue
po~pHesto
a
las
c~iatl¡lras;
milla–
res de veces yo mismo ,1¡1le he preferido :ª , Vos. Confieso
mi maldad, detéstola ,, abomínola. De hoy en addante
ninguna cosa os disputará el \ugar en mi corazon ; no
os haré el agravio de admitir
otr~
concurrencia. Penas,
ternur
1
~s
,
pér~ida
de bierws , corpplacencias ,
jn
tereses,
todo lo sacrificaré
a'
vuestra voluntad , hasta mi propia
vida. Vos sois el Dios de mi coracon ;
y
mi corazon
G
2
se-