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ENERO. DIA IX.

hi, ómnihu.r qui ·sunt int er vos:

dos vqsotros por la gracia que se

N on plus sápere, qudm opór-

me ha comunicado; ·que no que-·

t et .ráp er e , sed .rápere ad so-

rais saber mas que lo que convie–

briet át em

:

8

tm icu ique

sicut

ne saber; sino que sepais con mo–

D eus

div ísit menruram f ídeh

deracion , ,conforme

á

la medida

Sicut enim

uno· córpori

rnul-

de

la

fé ~ne

Dios ha repartido

a

t a

membra

habémus

,

ómrtia

ca'da

u'nO~

Porque asi como

eh

un·

aut em membra non eúndem ac.-.

'soló cuerpo tenemos muchos miem–

t

um

habent:

Ita multi unum

bros, y todos los miembros no tie–

t orpul su mus

in

Christo , sín-

nen. un·mismo oficio; asi tambien,

g uli

autem alter

altérius

r.ne~

-

aunq e. somos muchos, somos un

bra : in Christo Je su Dómino

solo, cuerpo en· Christo ;

y

todos

no.r tro.

somos· r.eciproca,meqte miembros

los

unos .de los ot11os , en Christo

Jesus nuestro

s~ñor.

,

NOTA.

J

,, Hall andose el Apostol

en

·corintho ·para pasar

a

Jeru–

"salen, escribió esta Carta

a

los Romanos;. esto es, prin–

,, cipalmente

a

los Gentiles convertidos, porque ya

h~bia

"en Roma un grande número de Christianos, cuya fé era

')muy

conocida en. todo

d

mup~o~

Escribióse esta Carta

,., cerca del año

48

de Jesu-Christo ;

y

aunque

fue

poste–

" rior

a

otras muchas '

se

la dió el priQler lugar entre to–

" das,

o

por la importancia de sus instrucciones,

o

en

,, atencion

a

la Ciudad

de

Roma, que siempre

fue

respe–

" tada como

el

centro de la Religion.

R E F LE X l O N E ·S.

S.

1

nuest ro cuerpo debe ser hostia viva, santa y agra–

.

dabl~

a

Dios , quál debe de ser

su

pureza

?

N

ada ir–

rita tanto la ira de Dios como una víctima sucia y asqt.Je–

rosa. Podrémos ofrecer nuestros cuerpos

~

Dios sin ver–

güenza

?

Es

1;)11is

!ano ,

es

~raciomil nm:~stro

culto, quan–

do le presentamos un cuerpo

asquero~amente

manchado

por el

pt:!cado .~

'-

.

.

.

~

·

No os conformeii con este mundó,

dice' el Apostol. No

hay cosa

Illé\-S

opuesta al

e

píritu

y a

las

máximas de Je–

su-Christo, que las

in,á x l,~1as

y

el

e~píritu

del mundq. <;on–

forll)arse con ,

él-,~s ¡~µ~p

iar la Mqral. del Eva.!}gelio;, es

seguir.

~le pa~io

o ,camipe. qU;e guia

a

la·perci'icion,

,y

qué_

otro

tamino

sigue Ja

mayor

parte

de las

.perso11as ·.del

si-

glof