604
EXE'RCICTOS
~icietnbre.
una oerseverancia
que
causa un maravilloso
gozo, un
placér interior, un gusto
exquisita~
y
una paz inefable.
¡Ha
Señor,
qué
no quisiera
yo
ahora haber he–
cho, parq. gustar de este dulce consuelo! dichosas
las almas fieles que le experimentan ;
á
lo menos ha–
.ced que
yo
aumente de
hoy
en mas el número de
esta's almas ;
y
que si
V
os me concediereis el afio
próximo, teng.a
el
consuelo de haberme aprovecha–
do de los pesares que tengo al acabar éste ; así
lo
-espéro de vuestra gracia.
11
u
,
.
JACULATO"iJAS PARA
ENTRE EL
DIA.
Ego
di~.i:
In d.imídío dierur,n meórum vadam ad por–
tas ínferi.
Isai. 38.
Señor , ora empiece, ora acabe el afio;
l)O
cesaré de
decirme ,
que voy
corriendo
al sepulcro.
I)ómine, saJ.vum me fac,
&
psalmos nostros cantábi–
mus cunClis
dié'bus
'Vita? nostra?.
lbid.
Señor,
pues
os
dignais conservarme la
vida, os
pro..
meto
no
emplear
el r@sto de mis afíos
y
de mis días.,
.sino en
amaros,
en serviros
y
en
g!orificarosr
PROPÓSITOS.
S
E debe pensar al fin de cada año casi lo mismo ,
y
del mismo modo que se pensará al fin de la
vida. Este número de días de que se compone así
·el ano como la
vida ,
dichosos
ú
infelices , tristes
6
risueños, todo ha pasado,
y
la impresion que
han
he-