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EXERCICIOS
iciembre. sob re la tierra, hubiera sido una insigne locura poner
su
felicidad,
y
buscar su reposo en ella. Atenta
úni–
camente á hacer útiles para la eternidad todas las
horas
y
todos los momentos , no ha mirado cada
dia sino como el tiempo de un jornal;
y
para no
perder el salario debido , lia tenido cuidado de
no
afloxar en el trabajo que se le babia prescripto.
Sa–
biendo que este año podia ser el último para ella, co–
mo lo ha sido para muchas otras, ha vivido comÓ
quien habia de morir, teniendo siempre encendida su
, lámpa1."a ,
y
aguardando con paciencia la hora de
I
a
llegada del esp&,o. Comprehendamos, si es posible,
el fondo de consuelos interiores, que experimenta esta
alma fiel al fin del año. ¡Con qué satisfaccion se acuer–
da que ha cumplido con sus obligaciones , que ha
correspondido
á
las gracias que Dios le ha dado , que
ha evitado lós lazos que el
enem~go
de
la
salvacion
le había armado, que ha domado sus pasiones;
en
una
palabra , que ha tenido una vida christiana
!
PUNTO
SEGUNDO.
C
onsidera
com~
todo
concurre
á
hacer este
con–
suelo
mas
dulce.
Los
bienes
y
los
males de que
todos nuestros afíos están como sembrados; adver–
sidades , molestias ,
pérdid~
de bienes, aflicciones,
desgracias, enfermedades, fortuna grande, prosperi...
dades temporales, ventajas, satisfacciones, placéres,
todo ha pasado.
~Qué
queda de todo esto al fin del
año'? lo mismo, con poca diferencia , que al fin
de
la
vida.
Nos consolamos de los unos; miramos con
indiferencia,
y
quizá con
disgusto los otros. Los
bie-
nes