DE VOTOS:
41
en un éxtasis vastos mares llenos de tempestades y de Día III.
escollos, Islas desiertas , tierras bárbaras que no le
.ofrecían en toda su extension sino hambre, sed y des..
nudéz, con infin itos trabajos , sangrientas persecu
7
ciones, y riesgos evidentes de perder la vi
da,se
le
oyó exclamar: todavía mas, Señor, todavía mas.Ha..
hiendo ido Xavier
á
postrarse
á
los pies del Santísij'
rno
Padre para pedirle su bendicion ,
el
Papa ·le
abrazó tiernamente,
y
advirtió en él una humildad
tan profunda, un valor tan christiano y un zelo tan
heróyco , que al darle su bendicion,
no
tuvo el me–
nor género de duda de que enviaba un Apóstol
á
aquel nuevo mundo.
Xavier panió de Roma el dia cinco de
Marzo
del
año de
1540.
sin otro eguipage que
un
Brevia–
rio. Como la ternura y la confianza en.la
Santísima
Virgen fue siempre la principal dev0':'.ion. de nuestro
Santo , quiso tener el consuelo de pasa1 por Loreto,
para consagrarse de nuevo
á
la lVIadre de
Dios
,
y
recomendarla
su
Mision. Tardó tres meses en
su
viag~
de Roma
á
Lisboa ,
y
no hubo dia en
que no–
se señaláse con alguna accion particular· la caridad,
la humildad
y
el zelo de Xavier. Pasó por junto al
Castillo de Xavier, pero no fue posible persuadirle
á
que fuese
á
decir el último
á
Dios
á
su madre.
Habiendo llegado
á
Lisboa no tomó otro alojamien..,
to
que el
hospital.
El
Rey
le llamó
á
la
Corte, y
le
.recibió con la mayor veneracion
y
respeto; aunque
se
le dispuso una posada, no pudo resolverse
á
de–
:xar el hospital, ni dexar de vivir de limos.na.
Su
detencion en Lisboa fue corno el ensayo de su
Mi–
.sion,
y
el
compendio
d~
las maravillas
que
había
de
'
Jia,-