EX,E·RCICIOS
Dicieinore. retiró
de "1
enojado,
y
se puso en camino
para Ná–
xera; pero á pocos pa..,os se paró el caballo en que
ib , de modo que ni con el látigo, ni con las espue–
las.sele pudo. ha er d r un pa-so ácia ninguna parte,
hasta
que
cono ieodo el Obisi]o su ·ligereza ,
'Y
pidien–
do á Dios perd
n de ella
,1que
ó
el.caballo ex pedíto,
y
s volvió .' Can
s
á
hace r la Consagracion.
Í"nd
el A ad de San IVl. illán
1
tesoro de que
babia :P,ri ado
~
su
lVIonas terio con la ausencia de
S nt Don1i
g ,
le
h íw
volver·á él, donde fu e ele–
gido
P rior p r v tos unánimes de tod s · ios Monges,
y
S€
po
tó
en el nuevo oficio con tanta prudencia,
que así .como su santidad le hacía venerar de todos,
así su caridad hacía que todos
l~
amáran,
y
su exem–
plo q e todos ,se adela·ntáran n Ja
per.ficcion
chris–
tiana
y
re1igiosa. Conoció
el
dem
oniolos infinitos
bienes que acarreaba al Monasterio esta harmonía,
y
así hizo..los
may
res esfuerzos para turbarla, ins–
pirando. alRey,Don Ga,rcia, que reynaba,
á
lasa–
zon;
en la.Rioja,
d
d€seo ·ae
despoj~r
al Mooasterio
a·e
S. Millán d las riquezas que en él habia; pidióse...
las el Rey á Santo D mingo , quien con la sumision
.debida repr,esenLÓal Rey, que
ni
par€
ia bien que
su
Magestad las pidiese, ni _él tenia poder para dar–
le lo que:una,vez se habia consagrado
á
Dios ; e ta
respuesta le pareció al R ey un de acato,
y
1~
amena-
2ó
haría con él un xemplar castigo, si se
re~istia
á
su demand . El Santo le (espondió, que si Dios le
permitia p i;ier en execucion sus am
.na.za§,
/1
t,. ndria
la gloria e pade er por una au a tan decorosa, co–
mo era zelar la h nra de la Casa de
Dios.
Pero
iendo
qJJe el Rey. no
desi tia de su
e,mpr~sa,
y
que todos
sus