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Diciembre. solo encontrarán en él señales de réprobo; que no
vuelve los ojos al Cielo, sino porque el mundo ha de–
xado ya de mirarle; y que no implora la ayuda de los
Santos, sino porque ya no se halla en estado de bur–
larse de sus buenos exemplos; ¿estos Santos
á
quienes
quizá ha menospreciado ;se
interesar.ánmucho por su
salvacion'? t,Andarán muy solícitos por hacer que el
Juez le sea favorable'? ¡Ah Dios mio!
l,
Y en qué pen..
samos, qué hacemos que no cultivamos, durante la vi–
da, la amistad de aquellos, ·cuya protec.cion debemos
implorará la hora de la muerte'? Ala verdad, tenemos
una fuerte recomendacion;
l,
pe-ro de qué nos servir.á,
si no estriva sino sobre falsos títulos'? l,qué importa me–
ditar freqüentemente en vida que debemos ser reco–
mendados
á
la hora de la muerte? ¡Oh, Dios mio,
y
como esos -mundanos, esas almas terrenas, esas gen–
tes que atadas al mundo con tantos lazos ,
y
que los
multiplican todos los dias, oh,
y
como deben llenarse
de espanto al oirestas terribles
palabras:Proficíscere
ánima christiána de hoc mundo:
sal de este mundo, al–
ma christiana,
y
acuérdate que para irá comparecer
en el terrible tribunal,, se te hace esta recomendacion.
El Evangelio es del capítulo
6.
de San Juan.
J
N
illo témpore, dixit :Jesus
turbis
:Judceorum:
Ego sum panis vivus, qu.i de ·c(J!/o descéndi.
Si
quis manducáverit ex hoc pane, 'Vivet in tetérnum:
&
panis,quem ego dabo,caro mea est pro munái
vita.Li~tigábant ergo 'Judtei ad
inv~cem,
dicentes: Quómoda
potest hic nobis carhem suam dare ad
manducándum~
Dixit ergo
eis 'Jesus:
Amen,
amen
dico
vobis:
Nisi
ma11-