DEVOTOS.
,
34't
Obispa·do, durante los quales el Santo Obispo
hizo
un
prodigioso número
de
cónversiones , derribó mu–
chos Templos dedicado·s
á
los falsos Dioses, é hizo
pedazos una pasmosa multitud de !dolos.
Se -cree que
fue
en el Imperio de Vespasiano,
quando el Procónsul ·que había sido enviado
á
Mar–
sellQ.
por Gobernador, infatuado de las supersticio–
nes paganas., solicitado por
los
Sacerdotes de los Ido:–
los, rabiosos por ver .su reputacion
y
sus rentas redu–
cidas
á
nada, des pues que San Lázaro c@nvirtió
á
la
fe de Jesu-Christo una parte de
la
Ciudad, mandó
prender al Santo Obispo ,
y
habiendol€ "hecho com–
parecer ante su Tribunal, le
~chó
en cara con
un
tono áspero todo lo que habia hecho ·contra
la
reli–
gion
y
el cuJto
de
los Dioses
del
Impenio.
Desp,ue~
~on
un ayre colérico
y
dominante, le dixo: Es 'pre-1,
ciso ,
ó
que sacrifiques .á nuestros Dioses,
ó
que pier....
das la vida entre 10s mayores suplicios. Por lo que
mira al sacrificio, respondió el Santo, no puedo ofre...
cerle sino al verdadero Dios ;
y
tú , Señor , tienes
demasiadas luces para no ver que Jo que
llamas tus
Dioses , no merecen sacrificios ; por lo que mira
al
último suplicio con que me amenazas, sé que no
me
puede suceder cosa mas dulce ni mas gloriosa , que
el
dar
la
vida por aquel que me
.la
volvió
á
dar
á
mí
despues de
haberla
perdido,
y
qne se
dignó morir
por
mí, para
que yo viva
eternamente. El Prefetl:o,
irritado con esta generosa respuesta ,
le hizo
despe–
dazar con látigos armados de puntas de hierro , con
tanta crueldad, que
su
cuerpo
~uedó
hecho una sola
llaga. Acabado este cruél suplicio,
le
ehcerraron
en
un horrible
calabozo ;
se
creyó
que este
tormento le
Y3
h~
Día XVII.
..