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EXERCICIOS
Diciembre. amor que nuestro Santo tenia al Salvador, el insigne
beneficio que babia recibido de él , y su fidelidad
constante en seguirle , le hicieron muy sensible
á
los
dolores
é
ignominias de su muerte, como tambien
á
la gloria de su triunfó. Amandole San Lázaro tan ex–
tremadamente, no se duda que sería uno de los tes–
tigos ordinario de sus apariciones despues de su Re–
su reccion, y que recibiría el Espíritu Santo con los
A póstoles
y
d más di cípulos
e1
dia de Pentecóstes.
H biendo el furor de los Judíos contra los discípulos
de Jesu-Christo hecho morir
á
San Esteban el pri..
mer Márti r, se exc itó una furiosa persecucion contra
todos los fieles, en la que fueron echados de Jerusa–
lén ,
y
a mayor parte precisados
á
salir de Judéa.
Pero la rabia de los Príncipes de los Sacerdotes
y
de
to
1
os
los
que ocupaban los primeros puestos entre
los Judíos , descargó con mas particularidad contra
L áza ro y su familia. Ninguna cosa los confundía mas,
ni probaba mas invenciblemente que habían quitado
la vida al Mesías, al verdadero Hijo de Dios, que
este hombre resucitado, mientras es.tuviese en vida.
El hacerle morir era un delito que manifestaba su in–
justicia y su impiedad. Era Lázaro un hombre de ca–
lidad, irreprehensible en sus co tumbres, que no po..
día tener otro delito , que el ser amigo de Jesu–
Christo , y haber sido re ucitado por medio del mas
insigne milagro. Dexarle en la Judéa, era dexar una
prueba viva de la divinidad del Salvador,
y
de su
horrendo deicídio; y así tomaron el partido de ha–
cer desaparecer
á
Lázaro y
á
sus hermanas, que du..
rante la sublevacion del pueblo de Jerusalén contra
los fieles, se habían retirado
á
Jope, hoy
Jafa,
Ciu-
dad
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