EXER CICIOS
D ·ciembre. objetos seduél:ivos
y
perniciosos, se hubiera estado sir.
sentir ninguna impresion. El espeB:áculo es un pasa–
tiempo vacío y ocioso; es un agregado vivo
y
enga–
ñoso de todo lo que puede agradar ; no tiene otro fin
que el de encantar
el
espíritu
y
los sentidos por medio
de mil embelesos; que el de enternecer el corazon
y
hacerle susceptible de todo lo que las pasiones tienen
de mas fino
y
delicado. Ciertamente, perderia el tea–
tro todo lo que tiene de gusroso de divertido,perderia
todo su embeleso sin este delicioso artificio ; se quiere
que el espeB:áculo mueva;
la
escena está fria sino
irri...
ta alguna pasíon ;
y
quando los aétores nos dexan in–
mobles, nos indignamos porque no han sabido turb!r
nuestra tranquilidad,
rii
herir nuestra inocencia. Se
ve en ellos una escuela de la indevocion
y
del vicio,
adonde se corre con furor; por mas que se ponga ca–
da lec ion
á
un alto precio , nadie se queja del dine–
ro que expende en ellos ; pero que un pobre procure
incitar la compasion, se dice que los tiempos son·
demasiado malos para dar limosna. Jamás falta para
mantener el juego,- ni con que pagar un aposento
ó
un
asiento en los espettáculos. Todo lo que envenena,
todo lo que tienta; agrada
y
gusta. Y despues de es–
to ' se atribuye.n al demonio todas nuestras caídas;
¡con qué poca razon! nosotros mismos somos nues–
tros tentadores , y los autores de nuestras caídas..
Et Evangelio es del capítulo
r
r.
de San 1uan.
I
N illo témpore: Erat quidam tánguens Lázarus
a
Bethánia, de castéllo María?,
&
Martha? soróris
ejus. (Maríaautem erat,qur.eunxit Dóminum unguén·
to,