-DE ..VOTOS.
197
sima Virgen,
y
por haber defendido·con tanto valor ·
Dia
IX,
contra sus enemigos, su gloria
y
sus _insignes prerb–
gativas , continúa, ilustre devoto
d~
María ,
en hon–
rar y hacer que los demás honren
á
nuestra .comun
Reyna.
Os
aseguro, que
lo
debeis esperar todo de su
poder y de su bondad; habiendo dicho esto , se vol-
vió
Santa
Leoca~ia ~su
sepukro, dexando
á
todos
los
as~stentes
con un santo temor y una respetosa ad-
miracion que
se
asemejaban
á
un dulce éxtasis.
Du-
rante esta.milagrosa.aparicion, habiendo
S.
Ildefonso
tomado en su mano la punta dd velo de
la
Santa,
cortó un pedazo de él con el cuchillo que el Rey lle-
vaba
á
la dnta, cuya preciosa reliquia se conserva
todavía
en
el Sagrario de laSanq Iglesia de Toledo.
Hay en esta Ciudad tres magníficas Iglesias.con–
sagradas baxo el nombre de Santa Leocadia ; una en
el sitio donde nació, otra donde estuvo en la cárcel,
y
la tercera donde estuvo sepultada. Esta última
fue
edificada por la piedad y liberalidades del Rey Sise–
buto. Habiendose apoderado de Espafia los Sarra–
cenos, fueron transportadas las reliquias de Santa
Leocadia al Monasterio de Gisleno en la Provincia
de Henao, de donde la Reyna Doña Juana, hija de
los Reyes Católicos, y cJ.sada con el Prfncipe Don
Felipe, Señor de los Estados de Flandes, hizo llevar
á
Toledo la canilla de la pierna derecha
el
año
1450,
y
des pues Felipe
II. Rey
de
España
,~ su
nieto , bizo
ll
var todo el cuerpo á Toledo
el
año
1587 , el
que
fue colocado en
la
Iglesia Catedrál con gran pompa
y
magnificencia. La mayor . parte de los Concilios
de Toledo se han celebrado en una de las Iglesias
de Santa Leocadia ; $eiial
de la gran
veneraci_on
en
N 3
que
\