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VIDA DE LA
ley de la circuncision ' y ella misma
a
Ja .
de
la puriñ-
- cacion.
PCr
otra parte , es c ierto que nadie observq
jamás
ta
nueva ley con mas-...1perfeccion que la Sanrisi...
ma Virgen
, y que cumplió y
llenó excelentemente
todos los deberes que prescribe esta ley ;
i
cómo pues
hubiera querido ser privada de un sacramento, que es
como el sello que caraderiza
a
todos los Fieles?
y
ha~
biendo de
recibir el bautismo, ¿de qué manos debia
recibirlo , sino de las de su Hijo?
El Evangelio nada mas nos dice de
la ~
Santisima
Virgen hasta el tiempo de la pasíon del Salvador, . sino
es en
dos
o~casiones.
La
pdmera, quaado una buena mu–
ger, embelesada al
oír
predicar
a
Jesu Christo, excla-
....,
mó : Bienav.enturado el vientre que ce llevó ,
y
los
pe–
chos que te dieron de mamar.
Antes · bien
,
replicó Je–
su
Christo,
bienaventurados los
que oyen
la palabra
de
Dios
,
y
la punen .por obra.
No niega el Salvador que
su
Madre sea la mas dichosa de todas las mugeres ; es–
tas palabras son mas bien una confirmacion de lo que
esta devota muger acababa de decir ; - pero como
na:–
die puede aspirar
a
la sublime dignidad de Madte
de
Dios ,
les muestra Jesus una cosa , . que nadie puede
racionalmente escusarse de llegar
a
conseguir ;
y
sin
insistir mas sobre la dicha singular de su Madre , toma
de aqui ocasion para hacer conocer
a
sus oyentes qual
es la felicidad que les
es
propria,
y
a
que todos pueden
as-:
pirar ; la qual
es
ser dóciles
a
la voz de Dio , tener fé,
y
animar esta fé con las obras. Fue como decir : Mi
Madre es bienaventurada, por haber sido elegida para
formarme un cuerpo '
y
darme
a
luz ; pero• lo que la .
hace ve rdade ramente
bi enaventurada , es el haber
creido :
Beata quce credidisti
;
y
ved aqui lo que de-
beis