SANTISIMA VIRGEN.
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§.
XXII.
LA VIDA ESCONDIDA DE LA SANTISIMA
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Virgen en Nazaret. Por su respeto hace el Salva-
dor su primer
milagro en las bodas
de Caná
de
Galiléa.
M
AS facil es
im~ginar
que explicar , dicen los
Santos Padres, las eminentes virtudes que la
Santisima Virgen praéticó en los diez
y
ocho años de
aquella vida obscura
y
escondida, que pasó con su que–
rido
Hijo
en la humilde condicion de Artesano
a
que
estaba reducido San Joseph para tener con que vivir;
pero la pobreza de la familia no envilecía la nobleza,
ni la obscuridad de la condicion obscurecia su lustre
y
resplandor. La Santísima Virgen pasó todo e te tiempo
en una profunda , pero dulce soledad , la qual se la ha–
cía tan deliciosa la presencia visible de Jesu-Christo,
como lo es la que gozan los Espíritus bienaventurados
en el Cielo.
¿,Quien es capáz de referir quales eran las piadosas
conversaciones de la Madre con el Hjjo ,
y
las dulzu–
ras de que abundaba el trato ordinario de esta Sánta
Familia? San Joseph con su trabajo procuraba proveer
a
las necesidades de la vida ;
y
la Santísima Virgen
cuidaba del corto menage , sin perder jamás de vista
a
su querido Hijo. Jamás hubo vida mas pe rfeéla , jamás
se vió familia mas santa , mas respetable, mas di ho a,
ni ma digna de los homenages de los Angeles ,
y
de
los hombres _, en medio de su misma obscuridad.
No