SANTISIMA VIRGEN. .
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ro ;
.--pero
por mas oscura que fuese su condicion , nin–
gun hombre , dice San Epifanio , fue jamé , ni mas
noble , ni mas rico que él
a
los ojos de Dios , nifl gu–
no llegó con mucho al merito '
a
la pureza '
y
a
la
eminente santidad de este gran Patriarca : el mismo
Santo Padre añade , que San Joseph era entonces de
una edad muy abanzada ,
y
que prevenido desde su
· primera juventud de una gracia especial , casi desco–
nocida en aquel tiempo· entre los Judíos , no .habia
querido jamás casarse , resuelto
a
guardar perpetua
virg inidad toda su vfda ; que si asintió
a
la caída de
la edad al casamiento con Maria su parienta , fue
porqne conociendo su eminente virtud
1,
y
su extraor–
dinario amor
a
la castidad ; se prometió vivir siem–
pre virgen en el matrimonio ; tambien se cree que
entrambos se habian convenido en ello antes de despo-
sarse.
/
Efetluóse el matrimonio en Jerusalén. No tanto
fueron , di ce el célebre Gersón , dos esposos los que
contraxeron , quanto una virg inidad que se enlazó con
otra :
Virgtnitas núpsit.
Jamás vió el Cielo esponsa–
les tan santos , ni mas dignos de ser honrados con la
as.istencia de toda la Corte Celestial ;
y
es probable
que lo fueron de la de todos los espíritus bienaventu–
rados. Muchas Ig lesias cel ebran fiesta particular ·
a
los
Desposorios de Maria con Joseph , el veinte
y
dos de
Enero , que
s~
cree haber sido el dia de esta augusta
ceremonia. ·(En España se celebran el
2
6. ele No–
viembre ) Jamás se
vió
-
ca samiento mas digno , ni
mas felíz , porque jamás ·hubo casami ento tan santo;
si
Ma ria recibió un
~ustodio
y
un proteélor de su vir–
ginidad ; Joseph ,
dice
San Juan Damasc_eno , recibió
Zz
con