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DE LA
tu de san
,,~
real ; pero no debe sentarse en el Trono
•
1
por derec 10 de succesion ; la soberan ía y el imperio
le
son debidos por otros muchos
y
muy diferentes titulas. Co..
rno verdade ro hijo de Dios
reynará sobre
todos
lo¡
Pueblo del
U
niverso; pero su corona no será de la mis–
m
naturaleza que la de los Reyes d
la tierra, los qua–
les no reyn :rn mas que sobre una nacion,
y
solo por un cier-'
to numero de años ; ninguno de estos dexa de ver aca–
barse con su muerte su poder , su magestad , y todos
sus títulos. Tu hijo fund a rá una nueva Monarquía ,
la
qu::d
e
e
rrará todos los Pueblos en la misteriosa casa
de J:icob: reyna rá en ella sin tener jamás
ni
competido–
r es , ni succesore
, porque el Im erío de e te gran Rey
no tendrá otros límite q ue el
U
ni verso entero ,
ni
otrá
medida de su
~uracion
que la misma eternid
d~
Ya
se
dexa conocer qu ale
serian entonce
lo sen..J
timientos de
la m ,1s humilde de 'las cria turas. No po•
dia comprehender Maria como
Dios
hubiese podido po-
/
ner
los' ojo en ella para el
cum
lim:en t
de un miste-
rio tan admirable, tan in fable
y
tan incompre 1en ibl-e
a
todo criado entendim ie nto : por
otra
parte
la '
qualidad
·de M· dr
la confundía
y
asu taba ; tant
era el aprecio
'en que tenia la
d
Virgen ,
y
esto
fue
lo que Ja obligó
-a
preguntar ,
t,
cómo se
haría
lo que el An o-el la anun–
·ciaba :
Quómodo
ji
t
istud?
lo que no hubiera pregun–
tado , dice San Agust in , sino hubiera hecho voto
de
perpetua virginidad :
Qu.odprofeffo non dlceret:
nisi vir–
g
frf.ems
·ante
vov fsset, (a)
Respondióla el
Angel ,
que no se
a
ustára , que
Dios era todo poderoso , que su bond
d
e ra
igual
a
u
omnipotencia ;
que
habiendola
escog ido por una pre–
di-
(a~
Lib r. de Virg.