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VIDA
DE
LA
hombres
y
.
e
los Ángeles por el
resplandor extraordi–
nado de sti sc.rntidad ,
y
por el conjunto maravilloso de
las mas eminentes virtudes ' quando perdió
a
su padre
San Joaquín ,
y
poco despues
a
su madre Santa Ana.
U
ria
~uerte
tan preciosa
a
los ojos de Dios como la de
sus queridos padres , la fue sensible ; pero la contristó
poco : _estaba qemasiac;lo segura de la suerte feliz de
entrambos. , y .demasiado resignada
·en las sagnidas
ó-r..
<lenes de
~a
Prnvidencia divina . , para no· consolarse
.bien pronta de su ausenc'ia ; nabia mucho tiempo .que
Dios estaba en lugar de padre, de madre,
y
de
todas
~ las
cosas ., respeélo 'de ella. Como los Saéerdotes que
st:;.rvian _en el Templo , eran por oficio íos tutores -de
(las niñas huerfanas consagradas al servicio de Dios "'tu–
vieron desde entonces un cuidado mas particular de ·esta
insigne virgen , la que babia mucho tiempo era- el ob–
jeto de su ca riño
y
de su admiracion.
Apenas hubo llegado
a
la edad de_catorce
,-0
quin–
ce años , que era la edad en que se pen'saba en casar
i
Jas doncellas" pensaron sus Tutores en buscarfa ' un es–
poso qu'e fuese, digno de -tai esposa. Tt1rbóse Maria
a
la primera.·própbsicion -qoo 'se
Ja
hiE-O
-sobre esté
pun–
to.•Un Autor antiguo , c.itado por San Gregorio'
Nis~
no , dice que la Santisima Virgen repre_sentó_
~on
_mu–
cha ··m:oaesfoi
<i -
os
que estabin encargados de su con–
duéla , que · habiendo
si~p·
1
c0~sagrada·
a·
Dios por sus
padres aun antes de nacer , para servir en el Templo,
babia rat-ificado
~espues
.de ella misma esta consagradon;
y
que ·así
"no
te'niá ni otra inclinacion , ni otros ·deseos,
·que pasar en él el resto de
su's
dias en calidad de vir–
gen ; que si querian
tener alguna consideración
a
la
~
intencion de sus padres
y
a.
la inclinacion .
propria'
n.o
la