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.
VIDA DE LA
cia
·?
Esto es
lo
que hizo decir
a
San Bernardino de
Se–
na,que el
p~~cipal
fin del Señor e·n su venida ál mundo
fue la redel>'tion de su Madre ;
(a)
y
asila llama la hija
pr@ogénita del Redentor :
Primogenita R edemptoris.
Be hallado un h0mbre entre mil , dice el el Angel
de las Escuelas Santo Tomás: he hallado
un
.hombre,es
a
saber , Jesu-Christo, esento de todo pecado original
y
venial;pero entre todas las mugeres no he hallado
una esenta de todo pecado,a lo menos original ó venial,
excepto la Santísima Virgeo,digna de toda alabanza:(b)
Virum de mil/e unum reperi, scilicet Christum, &c.
El
mismo San(o Doétor encierra en pocas palabras el eló–
gio mas
~agnífico
de
la
eminente santidad de María en
su inmaculada Concepcion. Puede encomrarse, dice,una
pura criatura tan santa,que no haya cosa mas
~anta
en to–
do quanto ha sido criado, si por dicha no ha sido man–
chada con ningun pecado , ni aun con
el
original ;
y
tal fue la santidad
y
pureza de
la
bienaventurada Vir–
gef,) ,
la
qual fue esenta de todo pecado original
y
ac"'–
tual :
Et talis fuit puritas Beatcr Virginis, que
a
pec–
cato origina!i
&
aCtuali irnmunis f uit.
§.v.
.
,.
COMO SIENTEN LOS PADRES
de la Iglesia,
de
la inmaculada Concepcion
de
María.
N
O
se hallará Padre alguno de
la
Ig.lesia , que sea
.
de otra OI_Jinion en quanto
a
l~ in~nacu,lada
Con–
cep-
(a)
B er. Sen.
52.
(b) D.
Thorn. lec.
6.
cap.
3.
in
Epist.
ad
Gal.
&
in
sent. dist.
44.
q.
I.
art.
3.
ad
3.