![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0196.jpg)
,
182
VIDA DE CHRISTO
her el caliz
qu~
Yo he de beber?
Esta
expresion que se
encuenrn~-
muchas
vec~s
en la E scritura., estaba muy
en uso
entp~
los
Judío~
para significar las penalidades
y
las aflicciones. PocJernos beberlo , respondieron los
dos hermanos. Parece que esta respuesta, 1exos
d~
ve–
nir de pi;esupcion, nacia de un efi tto sincéro ,
y
del
amor tierno que entrambos profesaban
a
J
su-Christo;
así se
vé,
que el Salvador les aseguró que participarían
de su cé\liz ; pero
que
en quanto al puesto que
h~bían
de tener en su Reyno, debían dexar lo a
la
disposic;:ion
de su Padre: La ambician de_ los dos A póstole$ desa–
gradó
a
los otros diez, los que no
de~4roq
de indignar–
se algun tanto contr4 ellos, El Salvador,
qu~
c;:onoda
el fondo de sus corazones'
y
que queria, curar l'l
$0-
bervia que bacía ambiciosos
a
los
Ul;lOS,
ya
los otros
envidiosos, los llamó ,
y
les c,iixo que no debían pare–
cerse
a
los Grandes del rnundo, que no buscan sino las
preeminencias,
y
que dominan con imperio sobre sus
subditos; que eri su $eryiG1o sucedía todo al <;::ontrario;
el que quiere ser grande, debe ser
\ll1
criado
dispues~
to
a
servir
a
todos los otros'
~
exerpplo del 1-lijo del
hombre, que no ha venido
a
ser servido, sino
a
servir,
·ya
redimir las almas
a
costa de su
vida~
'
§. XLV.