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DEVOTOS.
entendido
que
dexando el vestido blanco, no deben
DE QuAs.
dexar jamás la blancura de su alma , que consiste
en
la inocencia. No es esto decir que la solemnidad
de este dia no háble todavía con los nuevameme
bautizados;
á
ellos mira
principalm~nte
el
lntróilo
y
la Epístola de este dia.
Tambien en este dia,
y
principalmente en Ro"
tna,
distribuían los Diáconos á los Fieles los
Agnus
Dei
de cera, que el Papa babia bendecido solem–
nemente, como se dixo en otra parte ,
y
que babia
empezado á repartir la vigilia , entre el
A gnus
Dei
y la Comunion. En todos tiempos ha dado Dios
á
estas medallas de cera una especial virtud sobre
los espíritus malignos, contra las injurias del ay·
re,
y
las enfermedades contagiosas ; esta eficácia se
la
imprime la bendicion panicular del Sumo Pon..
tífice ;
y
así están en una singular veneracion en–
tre
todos los verdaderos Fieles en tGdas las nacio–
aes
del mundo.
El
Intróito de
la
Misa se tomó de
la
primera
Carta del Apóstol San Pedro:
Quasi
modo
géniti
irJ..
f
ántes, allelúia:
como si
f~ais
unos niños acaba–
dos de nacer , sean vuestrE primeros gritos voces
de alabanza
al
Señor , y acciones de gracias
á
este
Padre de las misericordias , por los insignes bene...
fidos de que os ha llenado. Los Neófitos son pro•
piamente
á
quienes la Iglesia dirige estas palabras,
las quales son una especie de exhortacion que les
hace :
Rationáhites sine dolo
lac
concupíscite
,
alle–
lúia
,
aJlelúia
,
attetúia.
Desead ardientemente
la
leche pura de la sabiduría , y no ceséis de prorrum...
pir en cánticos de alabanza ,
y
pe
bendiciones ácia
un
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