DEVOTOS.
fiero con la
desgracia en que el
hombre
babia
in·
currido por el pecado , con nadie se las ahorraba
en
el
mundo ; babia tomado un imperio casi abso..
luto sobre el hombre caído en desgracia de Dios,
hasta hacerse levantar altares , quemar incienso,
ofrecer votos ,
y
hacer reynar en todas partes sus
tiránicas leyes ,
y
sus perniciosas máximas. De
;iqui aquellos templos, aquellos ídolos, aquellos sa·
crificios impíos ; de aqui aquel torrente de idolatría
']Ue
babia inundado todo el Universo; la nacion
Judáica era la única , que por una singular predi–
Jeccion de Dios babia sido esenta del contagio
general; pero apenas hubo siglo en que estg nacion
110
fuese tambien tocada del contagio. Aunque
Je·
su-Christo con su muerte babia vencido
á
este
fuerte armadó ,
y
triunfado de todas las Potesta–
des y
de
todos los Príncipes de este mundo ; de
este lugar de tinieblas :
Advér
s11s
fmmdi re51óres
·tenehrárum harum
; sin embargo , el niundo , acos...
tumbrado
á
vivir baxo el dominio de este tirano,
babia retenido sus máximas y su espíritu. Por este
motivo aunque la
Religion~ristiana h~ya
pur–
gado el mundo del Paganísmo , los Christianos
han tenido siempre que combatir contra el espíritu
y
las máximas del mundo , que se han atrinchera...
do
en
el corazon de los mismos mundanos. Pero
los verdaderos hijos de Dios han conseguido
y
consiguen
aún
todos los dias
la
viéloria sobre es•
te mundo perverso ; y esta viél:oria, que nos hace
triunfar del mundo, de las perniciosas máximas del
mundo , del espíritu contagioso del mundo ;
es
nuestra
fe :
Et htec est
7.Ji&óri4
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qutt '{)incit mun-
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DE QuAs.