![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0032.jpg)
2z
EXERCICIOS
D e
MINGO
Díscipulos que había caído
de
su primacía,
ó
él mis–
mo hubiera podido
cr~er
que Jesu-Christo no
le .mi·
raba
ya
sino como
á
un Apóstata., Para asegurade, -
para consolarle,
y
para hacerle comprehender, dicen
S. Chrisóstomo,
y
S. Gregorio , que su dolor
y
sus
lágrimas no habian sido vanas, hace el Hijo de Dios
que le avisen
á
él en particular de su Resureccion.
Quedaron la-s sa-ntas mugeres tan atónitas de lo
que veían
y
oían, que apenas podian hablar una pala–
bra. Vueltas de su espanto , entran en el sepulcro,
y
le hallan vacío. En esta consternacion se las pre–
sentan dos Angeles; este objeto renueva su terror;
salen del sepulcro ,
y
van
á
decir
á
los Discípulos lo
que han
v-~to.
Pedro
y
Juan corren al sepulcro para
ver con sus propios ojos lo que les decian las mugeres;
éstas los siguen, entran en él los dos Discípulos,
y
no
encuentran sino los lienzos en que habia sido amorta–
jado el Salvador.Atónitos del prodigio, agitado suco–
razon de varios pensamientos,
y
como suspensos en–
tre el dolor yel gozo, entre la admiracion
y
el temor,
toman la vuelta. Magdalena fue la única que se que–
dó junto al sepulcro , no pudiendo resolverse
á
vol–
verse sin saber qué se ha'bia hecho del Cuerpo de su
divino Maestro; su zelo,
su
inquietud, su ardiente
amor
á
Jesu-Christo la ocupaban tan fuer.tememe,
que no pensaba en lo que la babia dicho el Angel.
Ocupada coda del objeto de su amor, se imagina
~ue
se le han hurtado ,
y
quiere buscarle
á
qualquiera
costa ; su impaciencia
y
su inquietud la hacen des–
confiar de sus propios ojos ; cree no haberse hecho
bien cargo la primera vez, vuelve
á
entrar hecha
siempre un mar de lágrimas;
y
hab·iendose baxado
pa-