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DEVOTOS.
183
dente. Despues· de haber exhortado el Santo Após-
DESPUES DE
tol
á
los Fieles
á
instruirse
á
fondo en las verdades P
ASQUA.
de nuestra Religion ,
les
ad \' ierte aqui que no ba s-
ta oír
y
2prender las verdades del Evangelio, si no
las ponen en práél:ica:
Est&te faf1óres verbi,
&
non auditóres tantum..
Dice, hermanos mios, po-
ned por obra la palabra,
y
no os c:onrenteis solo
con oirla ; porque así os engañaréis
á
vosotros mis-
mos.
Las Epístolas de San Pablo hacian entonces mu–
cho ruido entre los Fieles. lmaginábanse muchos
que este Apóstol enseñaba que
las
buenas
obras
no eran necesarias
p3.rala
salvacion,
y
que basta–
ba la
fe
sin las buenas obras. De suerte, que en–
tendiendo mal el pensamiento de San Pablo ,
abu–
saban de su doél:rina. Entre los Judíos converti–
dos, unos se habian escandalizado de semejante
sentimiento,
y
miraban
á
San Pablo como
á
ene–
migo de la ley, no comprehendiendo que el Santo
Apóstol habla solo de las ceremonias legales de la
Ley
antigua,
y
no de la observancia
de la
Ley
del Evangelio; otros, imbuidos del mismo error,
miraban
la nueva
ley com
nútíl,
y
se imagina–
ban . que para salvarse les
bastaba
la
fe.
Santiago,
para curar
á
estos espíritus, les explica
á
los Fieles
los
v~rdaderos
sentimientos del Apóstol ,
y
mues–
tra aqui que la
fe
sin las buenas obr3s es inútil,
segun escribe el mismo San Pablo
.á
los Romanos:
No
son justos delante de D.ios. los .que oyen la ley;
los
que la praétícan , estos sí que se
justificarán:
Non enim
meditóres
/{}gis
justi
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apud
Deum~
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