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EXERCICIOS
V.
DoM.
sedfa51óres legis
justificabúntur
(
1);
quiere decir,
los que observan !a
ley,
ora sean Judíos,
era Genti–
les, ora hayan recibido
1
a ley de Moysés,
ora
no
la
·hayan recibido,
serán justificados,
no por las obras
solas, sino por sus obras hechas por
la
fe ,
y
por la
gracia que Dios les habrá dado
(2):
Fides qute per
G/iczritátem
operátur:
la
fe
que
obra por la caridad;
y
sin esta caridad viva y aé\:iva, de nada sirve
todQ
lo demás , como
habla el
mismo Apóstol.
(3)
Si alguno oye la palabra sin ponerla por obra,
será comparado
á
un
hombre' qui'! ve en
un
es–
pejo su
cara
como la tiene naturalmente,
y
lue–
go
que
se ha mirado, se retira,
y
se olvida
al
punto como es. El Evangelio, dice San Bernardo,
es
un espejo muy
fiel ;
á
nadie adula ; cada qual
se ve en él tal qual es :
Talem in eo se quiJque re..
périet
,
qua/is
Júerit.
Por mas que queramos ocul–
tar nuestros defe8:os , la divina palabra nos los
pone patentes ; por mas secreta que sea nuestra va–
nidad , por mas sutil que sea nuestro amor propio,
por mas disimuladas que sean nuestras pasiones,
por mas especiosas
que
sea·n nuestras exterioridades,
en
este espejo se ve fvdo lo que hay de postizo;
no
hay
arruga
tan
pequeña , que no se descubra;
ninguna cosa
es
capáz de deslumbrar
Ú
de
engañar.
<Pero de qué sirve mirarse al espejo, si solo
es
de
paso ;
y
si un momento despues de baoerse mi–
rado, se olvidan las manchas que se tienen en la
cara?
¿
Quereis ser felíces? tened sin cesar delante
de