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EXE RCIG IOS
Miercples
misericordias 'infinitas de nuestro
Dios
~Al
contrarío;
¡qué alabanzas., qué acciones de gracias no debemos
dar al Señor por. tantas nuravillas :
Miserationurn Dó–
mini recordabor
,
laudem D ómini super ómnibus quce
réddidit nobU; Dórninus Deus noster.
La segunda Epístola de la Misa de este dia, toma-·
Cla
del Capítulo
53
del Profeta Isaías, parece ser me–
nos
ur;i:i
prediccion,
que
una historia de la Pasion
de
Jesu-Christo :
se
creería , al leerla , oír mas bien
a
un
hi sroriador
0
~agrado
que cuenta lo
que
sucedió, que
l
un Pr.ofcta que predice lo que ha
de
suceder al Sal
va-–
'dor
del
mundo. Empieza Isaías
q
uexandose
así
de
la
espantosa incredulidad <.ie los Judíos, como de su ce–
gu.edad de no haber querido creer, ni
a
sus palabras
ni
a
sus milagros ;
Quis crédidit audítui nostro
~
&
bráchium Dórnini cui revefatum est
~
2
~ién
ha dado
ff
a
lo que nos ha
oído
decir
2 2
ya
quién
se
le ha·
hecho conocer el brazo del Señor
2El
brazo del Señor
significa
aquí
el poder divino,que resplandecía en
los
milagros de Jesu-Christo , el qual
es
fa
palabra
y
el·
brazo del Señor , siendo cmno
es
su sabiduría
y
su
fortaleza ; sin embargo , casi no ha
~ncontrado
en su·
propio pLicblo sino oídos sordos a su voz,
y
corazo–
nes endu,recidos. Esto
es
lo qu e obliga al Evangelis-·
ta .San Juan
a
decir,.que despues de tantos
i;nilagros .
comp el .Salvador habia hecho
a
sus ojos' no creían
en
éi':
Non
credebant
in
eum,
para que
se
cumpliese
lo1
qu~
dixo el Profeta Isaías:
Dómine ; quis crédidit au–
dí tui
nostro
~
Los.Judíos . no eran infieles
en
conse–
qi.iencia de
la
prediccion de Isaías ; lo eran por su in–
fidelidad volnntaria
y
obstinada,la que
el
Espírit u San–
to
~e
hizo
presente
al
Profeta ;
y
esta presencia
~ue.
qmen