DETTO TO S.
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{la
fa
eternidad ,
y
aseguran una felicidad eterna. Es·- de Pzt.sion.
ta maxima es austéra, añadió el Señor; los sentidos
la
miran con horror ,
y
el amor propio se asU-sta
al
oírla :
~pero
el criado debe quexarse de ser tratado
como su.
Señor~
y
quando el .Señor· no Je pide ial
criado sino lo que vé hacer
a
su Señor,. (puede 'decir
que se le pide
demasiado~
En el mundo el Señor
man~
da lo que no hace ; pero Yo siempre hago primero
k>
que mando.
En
el mundo el criado no habita ja-
más en el quarto
del
Señor : en mi
se~vicio
, en
c¡nal;;
quiera lugar .que Yo esté, está igualme
el criado
que me sirvé. Se debe pelear
y
combatir, quando se
vive baxo de mis vanderas , es verdad ; pero
la
vic-
toria resarce ·1:11uyrhien las
fa~igas.
del coinbate :
y
mi
P.
adre ·q
ne
coron~
todosJos trabajos que ·
se
'tJadecen
por
él'
llena de gloria
a
todos
los
que me sirven.
Todo esto será el fruto de mi muerte. Y no penseis,
continúo, que aunque la muerte dolorosa
e
ignomi-
·niosa que he de sufrir por
la
salud 'de todos
los
hom–
bres, sea voluntaria
y
lá haya Yo elegido, no he de
~entir
tod0s los rterro.res naturales ,
y
toda la amar–
gura qu.e trahe cqnsigo. La muerte, los dolores
y
los
.oprobios de su mu.erre me
son
mas
sensi~les
y ma.s
Crueles
a
n1Í
,'que puedeA
Se~fo
,a
qua.lquier
OtrO
que
no es sino
.ur.J
puro hombre. La.sola ' frnagen
que
me
formo de la muerte , el solo pensamiento que tengo
de ella , conturba desde ahora mi espíritu. La per–
-feéta conformidad que había entre
la
~oklintad
hbp1a:..
-na
y
la
divina. de
J
su-Chcisto , no
.dismirnuía.unpu
ni-
to la vivacidad del sentimiento; que debía•prodncit
en
la
parte inferior
la
idéa de una muerte éruél ; tam–
.poco este sentimiento se oponía en nada
a
la perfcéta
su~