DEPOTOS.-
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pulos
p~ra
venir
a
Jerusalén , adonde acudian gen-
dePasío11.
·
res de todas partes para celebrar la Fiesta de Pasqua.
~ando
estaba
a
mitad del camino, viendo delante de
sí la aldéa ae Betfage, que está
a
la falda del Mon-
te
Olivete, envió
a
ella ·dos de sus Apósroles 'para
que le trajésen un jumentillo; montó en él para cum-
plir hasta las mas menudas circunstancias de la pro-
fecía de Zacarías, que habla de la entrada que dc-
bia hacer el Mesías en Jerusalén ;
y
se
encarnin~
la Capitál. Habiendo sabido el Pueblo
todoslos
Estrangeros que venia el que habia resucitado
a
Lá:...
zaro , le salieron en tropas al encuentro, llevando
en las manos ramos de palmas ,
y
gritando :
Hosánna:
bendito sea el
Rey
de Israél que viene en el nom-
bre del Señor. Esta especie de triunfo trocó en
fu-
ror la envidia de los Fariséos. 2No veis ,
se
decían
unos
a
otros ' qne todas nuestras maniobras solo
sirven para ha erlo mas poderoso?. Todo el mundo
se
vá tra él,
y
i
poco que nos descuidemos en execu-
tar lo que hemos resuelto en el postrer Concilio, to-
do
e'1
Pueblo se vá
a
declarar por él ,
y
yá no nos res-
' '
,
M
petara a nosotros como a sus
aestros.
Pero como no era jnsro que solo los Judíos .co..:
nocie en al que habia venido
a
salvar
a
rodo el M·nn–
d
, in piró Dio
a
los Gentiles un gran deséo de ver-
1 .
reíble qne estos Gentiles eran la mayor par–
te Pro
el
t
s
,
y
que pensaban en abrazar el Judaís...
m
,
oa
lo menos ·, que creían
y
adoraban al Dios
'de
los
Judí
s ,
que era el solo erdadero Dio ;
y
que
por un sentimiento natural de religion habian veni–
d
a
Jerusal' n
,
para adorarlo en aquella fiesta.' que
era la mas
s
lemne d 1año. Estos estrangeros
se~-
n-