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X E R C fC' 'lO·S
•
...
Vierrtes-pro'geme,
ied..
ut/ilios
Dei~
qui ·
era11t
displ rsi',
·r:o11-
.
gregáret in
uhum. Ab
illo
ergo
die
cogitavérunt
ut in–
.:
terfícerent eum. 'J-esus ergo
jam
non
in palam:ambulá–
J1at
apud
JUda?OS ',
sed
ábiit'
in
regiÓnem
JU!JJta
desér -
. ·
tum
,
in ci-vitátem
,
qute dícitur
Epbrem,
&
·ibi mora–
"- bátur
·CUm
Discípulis suis•.
ME DI TA
C ION
( '
DE
LOS DOLOR·ES DE LA
.Santisima
Virgen~
•
¡.i.
·:
'•
PUNTO PRIM E R O.
e
Onsidera , q ne nd sin razon llama la Iglesia \
In
. ·
Samisima Virgen Reyna de los Martyres ; nin,-
guno de estos Heroes christianos padeció un ntarty–
rio mas doloroso que
el
de esta afligida Madre.
¿~tia.
res tener una justa idéa de los Dolores de la Santisi–
ma ,·Virg·en~
cómprehehde, si pu.edes , qua! fue la t er–
nura, la grandeza , el ardor ,
y
la
pureza de su amor
para eón sU: q uerído Hijo. Los formemos que se pade:.
-cen
en
el
:Cuerpo,puéclen
haIIar alivio
y
aun dulzura,
en-
las sü.ávidades inretíores que vierte Dios en nna
ahi1a ; ·se han
vi s~
Martyres q ue han encont rado un
refrigerit'>
y
una fresn1ra indecibles en medio de
lot
p raseros, ·como sncedió a
los
tres
jóvenés
Hebr,eosi
~pero
quién puede· suspender·
o
endulzar
lás
penas
y
dolores del Alma?el marryrio del alm:ies un suplicio
p~uo
y
sin tne:tcla.
¡
~é doloras~
es
la
herida, quan–
do
la
espada llega
.a
traspasar el alma
!
·Pues tal füe
el
~artyrio
de
la
Santisii:na
4
Vi rgen:
Tuant ipsíus
animam
·
per-