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DlA XXVII.

459

Pero

lo

que tenia mas impreso en el corazon era la

salvacion de las almas : por eso una de sus principales de–

vociones era pedir incesantemente

á

Dios por los que tra–

bajaban en ministerios conducentes á la salud espiritual del

próximo , para que echase su bendicion á su zelo ,

y

á

sus trabajos. Tambien se compldecia mucho de aquellos

que por sus delitos eran condenados á muerte: pasaba se-.

manas enteras pidiendo al Señor los

as~stiese

con su gra–

cia; para que se aprovechasen dél suplicio ; padeciéndole

en espíritu de penitencia, y doblaba su oracion , y mor–

tificacion , para que su Magestad los concediese una bue–

na muerte.

Hallándose dotada de · tantas virtudes , .

y

sobre todo

abrasada de tan perfecta caridad, no es maravilla que fue–

se favorecida con los mayores dones sobrenaturales ,

y

singularmente con el don de milagros.

En

la Misa ,

y

en

la Comunion la viéro

n m

uchas veces toda bañada en

aquellas dulces lagrimas

q.ue

los consuelos interiores , an–

ticipados destellos de

a glo

ria, hacen derramar

á

los San–

tos , acompañadas no pocas veces de admirables éxtasis.

Solo con ver algu a ltnágen de

la

Santísima Vírgen

á

quien llamaba

n

Madre, bastaba para experimentar en sí

tos·mismos efectos ;

y

ocupada toda

!U

alma en Dios los

urltimos días de su vida , era· ésta una oracion continua.

A

tan

alto grado de perfeccion havia llegado , quando

quiso

el

Padre de las misericordias recompensar con la.

gloria eterna

á

su fiel sierva. Cayó mala ; y aunque pare–

cil ligera la enfermedad , quiso recibir los Sacramentos.

Hízolo con tanta devocion , que la infundió en todos los

circunstantes. Ninguno se persuadía

á

que huviese de mo–

rir con tan ligero

nul ;

pero ella estaba mejor instruida

que todos de su postrera hora. Con efecto al quinto dia

d\..

enfermedad espiró entre fervorosos actos de amor de

Dios , en los quales se havia exercitado toda la vida ;

y

fué

sn

muerte

el

dia

27.

de Abril del año

rz¡'z.

á

los

setenta de su edad.

El mismo dia de su muerte manifestó Dios la santi–

dad de aquella bienaventurada doncella : dexósc ver sobre

lvlmm

2

la