DIA
JI.
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1
engañémonos, que
~a
tierra en que vivimos solo produce
frutos an1argos ' agrios '
y
silvestres.
~
Quindo se ha ha–
llado un corazon que se dé por satisfecho aun en medio
ee
la
abundancia~ ~Y
qué abundancia se encuentra en este
n1undo sin amarguras,
y
disgustos~
Y
con todo eso esto
es lo que se llama dicha , felicidad , fortuna ,
y
objeto de
envidia.
El
hombre material,
y
ter"restre fácilmente se dexa
deslumbrar de estas falsas
brillantec~s
; ¡pero un entendi–
miento ilustrado con las luces de la Fé es posible que ha
de tener por gran fortuna esos ororeles ' esos fantasmo–
nes de felicidad , esos sunjderos de cuidados , esos estor–
bos de nuestra
salvaci~n!
'TQué fortuna puede ser , buen
Dios, estar expuestos en
~sas
eminencias
á
tantas tempes–
tades ,
á
tantos furiosos vientos! ¡Qué fortuna no dar
paso,
que'
no sea un precipicio: caminar por entre espinas,
que punzan , que penetran, que despedazc!n : andar opri-
111idos con cargas , que sofocan! ¡Qué fortuna no brillar,
no sobresalir ' sino para estar mas descubierto a los tiros
del enemigo ,
~ara
que haga mejor la puntería al que se
distingue mas entre la muchedumbre! ¡Qué fortuna· en fin
respirar siempre un ayrc inficionado; vivir mas atolondra–
do que los
o~,r os
porqne está mas cerca el ruido ; estar
expuesto á tentaciones mas violentas' a riesgos mas peli–
grosos ,
á
naufi:agio mas seguro! No , no tengamos envi–
dia
á
los dichosos .del siglo : algun dia darán motivo
3
sn
llanto esas sus soñadas , é imaginarias felicidades : en
la
hora de la muerte ellos mismos las calificarán de verda–
deras desdichas. ¡O qué cosa tan triste es· comenzar .tan
tarde
á
tener juicio ,
á
conocer las cosas como son ,
y
no
co~1}0
parecen! Dichoso aquel que no espera
á
que
Ia
111nerte le quite las cataratas de los ojos para percibir dis–
tintamente la vanidad,
y
ninguna substancia de lo que des..
lumbra,
y
de lo que encanta. Todo lo que se llama fe–
licidad en el mundo, solo es bueno para servir de víctimas
á
muchos sacrificios. Dichoso el que á imitacion de San
Pa–
blo lo dexa
todo por
ganar
á
Jesu-Christo.
.
El