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para acortar los dias de la vida? Porque éste es el fruto
que
se coge de todo lo que no sirve para. la vida eterna.
Velad , orad sin intern1ision , dáos priesa , esforzaos
á
entrar por la puerta del Cielo, dice el Salvador :
Con–
ttndite.
No trabajando incesantemente por el Cielo , no
haciéndose una continua violencia para llegar
á
tiempo,
ya no hay lugar en él. Aunque fué pura , aunque fué
irreprehensible la vida de aqueJias vírgenes, que por ha–
verse dormido ,
ó
descuidado , no hiciéron á tiempo la pro–
vision necesaria para recibir al Esposo; este descuido,
y
falta de providencia fué bastante para carecer eternamente
de su presencia, y para que fuesen justamente reprobadas.
Los n1otivos de aquella dichosa sentencia, que pondrá
á
los
escogidos en posesion del Reyno de los Cielos , todos se
reducen al exercicio de las obras de misericordia :
el
sier–
vo perezoso solo fué condenado por no have'r negocia–
do con su talento. Cotejemos estas verdades co
la vida
inútil, y regalona de la 1nayor parte de los seglares ,
y
aun de no pocos Eclesiásticos , que haciéndose sordos á sus
1nas estrechas obligaciones , pasan la vida en una delicada,
y
escandalosa
ciosidad.
¡
O
1ni Dios! ¡y
qu
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impresion , qué efecto tan triste
hará ·algun dia en nuestros corazones el paralelo entre la
vida laboriosa de los Santos,
y
la ociosidad de la nuestra!
PUNTO SEGUNDO.
Considera que si .en
el
dia del ju.icio , como
dice
el Salvador, hemos de dar estrecha cuenta hasta de la me–
nor palabra ociosa; ( qué cuenta se dará de todas aq'le–
llas horas perdidas , de todos aquellos dias inútiles?
La higuera de que se luola en el Evangelio , no tenia
•otro defecto que
el
no haver dado fruto
1
aunque no era
tiempo de
él :
con todo eso
el
Señor la echó la maldi–
cion ,
y
al punto se secó. Facil es entender el vet dad
ero
sentido de esta parábola. Nunca debe ser esteril la
vid;1 del
Christiano , comienza
á
ser culpada desde
que
comienza
a
ser infecunda.
A
vista de esto, la vida de aquella gente
Eee
de