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2

A

13 R I L.

via _hecho en ella tan sabio , que no tuvo dificultad San

.G~r9nimo

en colocarle el segundo entre los P,adres de la

Iglesia Latina.

No se puede decir la

aleg~ía

que tLlvo nuestro Santo

quando se vió en la obligacion gustosa de dar una justa

idea de lo que era nuestra

re~igion,

al tiempo de dar ra-–

zon de su fe , en presencia de un cuerpo tan escogido,

y

tan

célebre. Compuso una

hern

~o.sa

y

docta apología, en

que de cubriendo á

la

mas clara,

y

á

la

nus bril!ante luz

la

verdad

y

la santidad de la Religion Christiana , destruía

todas las calml'lnias que hasta allí se havian inventado para

desacreditar á los Christianos ,

y

.hacia

p~lpables

la ridiculez,

las infamias,

y

las absurdas impiedades del paganismo.

Pronunció Apolonio esta defensa en Senado pleno con·

tanta

eloqüe~1cia,

y con tanta eficacia, qne los ánimos tnas ·

enconad:Js , y mas -declaradamente enemigos del n_01nbre·

Chrisriano, quedaron coti1o cortados , y 1nudos. Fué sin

Qtlqa un gran dia _para la gloria de

la

Religi?n ; .y ya -lbán

todos á rendi use

á

la fuerza de la verdad , qlle ·aquel

He~

roe Christian

acababa

de

hacer triunfar en medio dél

Se~

n~do

de Ro na; quando el ·Prefecto del Pretorio, :advir–

tiendo la hnpresion

que

havia hecho_en los

ánin~os

el dis–

curso de m1esrro Santo ,

· y

temiendo que :-. los aplausos

y

bs

acla'macione~

con

que le celebraban , tuv_iese conseqüen–

ci_as_

cont rari-as

á

las

leyes del Imperio : le representó , qlie

se,g¡m, ellas , no podig. ser absuelto

ningnn.

Christianó , una

vez que fuese judicialmente acusado , si persistía en la Fe

de.

Jesu-Chd~~o

..,

y

' que así le exhortaba

á

.que mirase por

~\1

honra

y

por su vida , .renunciando la Fe; pa:Fa cuya cle–

liberadon solamente le concedía algunas horas de tiempo.

, · , No .ignoraba Apolonio la ley que el Emperador

M~r

...

co" Anrelio havia dexado en su vigor, aun quando pro...

111úlgó

la otra que·parecía

c0:~~t¡aria

, ,de qt1e fuesen conde..

.l'C).dos

á

muerte- todos los :qenunciadores de los Christia... '

nos ;

y

así

respo~1dió

al

Prefecto, que se admiraba

lnu–

cho .·tuyiese aliento para _exhortarle

á

que mudase Reli–

gio.'l.

,,rguando por el discurso . que acababa de o

ir ,

po–

d¡a· conocer el col'\Cepto que1onnaba de la Religion Chris·

,_

-

tia-

~~.

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