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D1A VI't.

12

r .

t·itu vivimus, splritu,

&

ambu–

lemu.r.

Non

efficiamur illanis

glo–

riee cupidi

,

invicem provocarz–

tes.

\'ivimos

en el espíritu

i

can1tnemos ·

segun e!

espíritu.

No seamos ccdi–

ciosos

de

vana

gloria ,

sin

dar ,

ni

tomar envidia recíprocamente

t~).

R E F L EX1O N ES.

Fructus !piritus eJt charitas

,

gaudium

,

pax,

patien–

tia,

&c.

Los frutos del Espíritu son la caridad , la alegría,

Ia paciencia , la

mansedumbre~

la bondad , la longanimi

4

dad, la fe,

ll

modestia , la co Hinencia , la castidad. No

se ven estos frutos en

el

mundo , porque en él no se ve

espíritu, todo es carne. La caridad es poco conocida, la ,

alegría interior está desterrada ; la pacienCia es forastera;

Ia mansedumbre es artificial ;

y

las demas virtudes sola–

mente son conocidas por el nombre. Estos preciosos do–

nes son frutos -de la vida espiritual , esto es , de una vi–

da verdaderame te Christiana: solamente los gustan las

almas

puras~

las pe son s solidamente devotas.

~

Quándo tendran

a

nien los mundanos convenir en esta

verdad , y dexar á la virtud aquel · ayre risueño, y apacible

que la es tan

natm~l ;

aqt.tella alegría sincera , ptlra, y lle–

na, que es su

distintivo~

¿

Quándo dex.arán de desacredi·_

tarla por la falsa idea qne forman de su aparato

~

a

Quán–

do dexarán de desacreditarla por

la

falsa idea que forman de

su ar)arato

?

~

Quándo dexarán de desfigurarla por los impro–

pios rasgos,

y

groseros colores con que la pintan, por las

negras sombras con que la representan

?

No hay cosa mas

risueña que su ayre , ni cosa mas apacible ni mas amable

que sns modales.

Quando reyna en

una

alma la virtud , reynan en ella

la

, (*)

DesJe licaonia pasó San Pablo

á~

Galacia·el afio Sefior de

~

r.

y

altí

predicó la Fe de Christo con tanto fruto , que ho obstante ia naturai rus–

ticidad ,

y

grosería de aquellos Pueblos, desde luego se mostráron

los

mas

zelo~os

Christianos. Pero haviendo sembrado entre ellos mala doctri–

na algunos Pseudo-Apóstoles ,

y

falsos hermanos , les escribí o el Apóstol

esta Carta , mostrando en ella ardiente,

y

extraordinario re! o

á

ca11sa de

la grandeza del mal. Escribióla el afio

SS·

ó 56. del nacimiento de Christo.

Q