flJEVOTOS.
baOiára el it:onocer .que hay fobra de pecados, falra de
Dia
virtudes , e(caséz de merims , pobreza de talentos; no
fería can rara en el mundo efia virtud. Un poco de en–
cendimiento haíla para que ca.da qua! fe haga juíl:icia
a·
sí mifmo : pero nuefiras fentencias en eíle panicular
jamás falen del fecrero
cri~unal
del entendimienro ',
y
nunca
fe
notifican , 11i las aonftente
el
corazon. Sin
embargo ello es cieno que fola la humildad de corazon
es virtud cbriíl:iana.. Para lograrla es meneíl:er,
a
pefar
de la repugnancia naturat "llevar
a
bien ,
y
aun defear
fer hu111rnado. Examina cuidadofamente los rodéos,
los arcificios,. los ingeniofos efcapes del amor proprio
para evitar una humillacion. Q!.é (enGbilidad quando
fe nos luce
el
mas leve menofprecio
!
OlJé vivacidad,
qué
emp~ño
cm
jllíl:ificar hafta nueíl:ras mifmas faltas!
€ oh qu6 frialdad miramos
a
ilos que nos fon preferidos!
Q!.é
indigeíl:ion , qué defafeél:o ácia aquellos que
á
nueíl:ro 'modo de emender no Dos efiiman t:into
!
To-
ma una vígorofa refolucion de reprimir todas efas vi–
vacidades , todos efos diél:á:menes , codos cíos Ímpetus
del orgullo;
y
por lo menos, de no qL1ejarte, de c>
llar quando fe te ofrezcan ciertas peqlleñas hu milla–
ciones,
y
de rogar
a
Dios por todos aquellos de quie-
nes fe vale
fü
amorofa providencia para humillarte.
2
Haz hoy una vifita
a
los pobres enc ircelados;
explica con ellos la liberalidad, ufa la miferi cordiaJ
haciendqlcs una buena limofna ;
y a
lo menos ofrece–
les tus oficios
y
tu
crédito con el Juez, m prmec–
cion
y
rns buenos confejos, Conúdera que no fon co–
mo aquellos vagamundos ,
Cllya
prefencia importuna
viene
á
inquietar
tu
devocion
haíl:a
en el mi{ino Tem–
plo _de Dios: fon unos infelices, cuya
defgr~cia
los im-
po-
XXXI.
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