fJE'f/OTOS.
públicos teíl:i
monios que di6 de elb , fi.teron ocaíion
de que le levan tafen una ctlumnia. Pretendieron lu–
cerle fofp echofo con
el
Rey ; pero preílo fe juíl:ific6
plenamente :
y
la nulignidad de los
envidiofos.folo íir–
vi6 para que crec iefe
el
amor
y
el
concepto qu e
yá.
tenia. aqllel Monarca de San Francifco de Sales.
Ofre–
cióle
el
Rey beneficios
y
penfiones: llegó
a
brindarle
con el Obifpado de París ; pero codo lo agradeció
cor~
cefan:imeme ,
y
todo lo renunció con nob le desinte–
rés. Eíl:a generofa prenda,
fu
piedad,
fü
dulzur:i,
y
fus
gratifsimas moda les encamaron
a
roda la Corte. Pre–
dicó delame de elb : pero con qu é felicidad ! con
qué
fucefo
!
Las maravillofas converGones que logró fue–
ron fruto de los
afombrofos
exemplos que dió en todo.
Conflguió Decreto del Rey para que fe volviefe
a
efla–
·blecer
la
Religion Cath6lica en el Hai liage de Ger,
cu-
ya
folicimd havia fido
el
principal motivo de
fü
viage
a
la Corte.
~ando
volvia
a
fu Igleíia, recibi6 en el camino
la
noticia de la muerce de
fu
Predeccfor. Preparófe
para fu
confagracion con algunos
dias de
retiro,
y
en
aquella
at1 g L1(b.
ceremonia recibió con la plenitud
del
Sacerdocio la pl enitud del Eípírirn de Dios.
El nuevo caráéter afiadió nuevo luílre
a
fu
virtud.
Q!_ifo vifitar defeie luego
fu
Obifpado,
y
hizo
a
pie
toda la vilica . No huvo choza , ni ran efcondida en los
valles' ni tan elevada en
lo.s
rifcos) que fe huyéfe
a
las fervorofas fatigas de
fo
z.e!o. Pas6-por medio de la
Ciudad de Ginebra
a
cara defcubiena, Gn efconde r–
fe, ni
difimu \ar f~ .
Fue árbitro de rndas las diferencias.
Con qué prudencia,
éon
qué fel iciéLtd manejó los irn–
_porc:mtifsimos negocios
qu e
le encomendaron los Su-
Ooo
mos
Dia
XXIX.
.
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