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far' la
confere'ncia, que bufcaron I)Uevos afefinos para
Dia
quitarle la v.ida.
·Eíl:endiófe ·. por todas las Corres
la
fama .de eíl:as
maravillas. Efcribióle el Papa
uh
Breve
muy
benigno,
en que defpues de haverfe congratula-do con él por los
felices füce fos que lograba, le daba orden que
pa sá í~
a
Ginebra
a
difputar. con Theodoro Beza. Recibióle
aquel famofo Apóíl:ata con gr:mde honra : oyóle con
gufto:
confesó fe convencido de fus razones, hafh
d
r–
rarnar lágrimas; pero n·o fe .eonvinió , porque di la tó
demaíi ado el convertirfe;
y
defpues de haver dado
a
nuefüo Santo las mas bellas palabras , al cabo murió
Apóíl:ata en Ginebra.
I-fav1a fules dos
o
tres años que predicaba en
el
Chablais,
y
todo.elCbablais e{bb:i convenido. Vol:-–
vieronfe
a
levantar las Crnces en rodo el país ; reedifi–
caronfe .las Igleíias ; reíhbleciófe el culto di vino :
y
rodo
éíl:o era fruto' .de los trabajos Ap0íl:ól icos de nueílro
Franc:ifco. Q1ando entró
el
Santo en T onon, no
ha'–
via mas que_íiete Carbólicos en toda la Ciudad;
y yá
pafaban de feis mil los nuevamente convenidos den–
tro de
ella:
en
los
füiliages
de
T ernier,
de
Gaillard,
y
ce Ger
fe
contaban mas de.fefent a
y
dos mil.
Efto
hizo
decir
al
célebre Cardenal de Perron , que como no le
pidiefen mas qu e convencer
a
los Hugonotes , él
fe
obligaba
a
hacerlo ; pero que
fi
fe trataba de conver·
tirios ,rera
mene.íl:er enviar por Francifco de Sales.
Ciertamente apenas fe puede comprehender como
un, hombre folo,
y
en tan poco tiempo , pudo hacer
tantas
maravillas,
y
no rendirfe al pcfo de cantos
era–
. bajos. Predicaba muchas veces.a-! dia; daba
in.íl:ruccio–
nes particulares; teni<l conferencias
públicas ; vifitaba
a
,.
los
XXIX.
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