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EXE1{.CICLOS
Enero. ·
Fue al puerto para .embarcarfe; pero fe le dixo
~ue
havia orden del Rey para qµe , pena de la vida,
ninguno le pasá(e. Entonces
,
lleno el Santo de nna
gran confianza en el Señor , h izo la fenal de la Cruz;
-eíl:endi6
[u
capa fobre el agua ; com6 el báculo en la
mano; montó en aquella emb:ircac ion de nueva efpe"
cie; tomó la mitad de la capa ; atóla al m ang,o
del bár–
culo , haciendo maíl:il de éíl:e , y vela
de
aquella;
y
a
favor de un viento fre[co que fe levantó' hizo en
menos de feis horas el viage de cinqüenta
y
eres
leguas
que
~ay
defde Mallorca
a
Barcelona , Al ll eg1r
a
fü
Convento
,
fe
le abrieron por sí mifmas las puertas,
que eíl:aban cerradas : hallófe fin
la
mas leve fefial de,
h umedad la capa, que le havia fervido de
embarca~
cion ,
y
de
vela:
y
el
miedo que rnvo el Compañero
de fiar[e de aque l navío , acreditó cambien la verdad
<lel
hecho,
y
de la marav illa.
Como fueron inumerables lós ceftigos de milagro
t an eíl:upendo ' prell:o fe eíl:endi6 la
fama
por todas
partes.. Creció la ell:imacion
y
la veneracion que
fe
t eni.a del Santo ; el Rey fe dió por entendido ; al
inf~
tante.ecbó de
sí
aquella C ortefana , y fe volvi6
a
en–
tregar con mayor confianza en manos de
(u
Canco
Di reB:or.
Vivi6 todaví a algunos años SanRaymundo, dedi–
cado
a
continuos y penofos exercici:os de la caridad.
-N i fus viJges , ni los cr;ibajos de -las MiGones , .ni fu s
·rnoleíl:os achaques le eíl:orvaban
el
celebrar cada dia el
fanto facri fici o d e la Mifa. H .1cialo con tanta devocion
1
con tJ.nta ternura , que comunmeme fe decia que no
Luv ia con vercido
a
menos p.ecadores
fu
modellia en
eJ
~lca r ,
que
Cu
fervoi:. .en-e l púlpico. Suplicó
a
SamoTho~
I
lTIJS