rD ·EVOTOS.
en
él; pero errn muy defpejadas las luces,
'muy
sbli-
Di.a
XXIII.
tios,
y
muy efpirituales los ditl:ámenes de Ray1.11und<.5,
para que
le
hiciefen fuerza eftos pretextos , defviandofe
Ele
fu
fin , que era afpirar
a
la mayor perfeccion. Def-
pues que viGtó
a
pie todas
las
Provincias de la Orden,
renovando en los corazones de fus fubditos el primi-
tivo fervor, renunció el Generalato.
Mas no por
e[o
logró tampoco eíl:a fegunda vez por
mucho ciempo el defcanfo del reciro,
·y
de la vida par–
ticnlar. Los Papas Celefüno
IV,
Inoéencio
IV,
'Ale–
:xandro , Urbano,
y
Clemente defcargaron en él
gr:rn
parte del pefo de füs cuidados,,
y
de las penoías
faci–
·gas
de
la Sama Serle.
A
tantas ocupaciones importan–
tes fe añadieron las que le encomendaba el Rey de Ara–
gon,
que le havia efcogido por
fu
Confefor,
y
freqiien–
temente le empleaba en diferem:es Legadas. Bendijo
Dios tan extraordinariamente el zelo de
fu
fiel fiervo,
.<l:mdole canta gracia para la converfion de los Moros,
y
de los Judios , efparcidos en coda
Eípaíía
por aquel
tiempo, que en pocos mefes convinió mas de diez mil.
Tenia el Rey una entera confianza en
fu
Confefor,
y
le
hizo
venir
a
Mallorca, donde
a
la
fazon fe halla–
ba la Corre. Alli fe continuó la converfion de
los
Ju–
dios, y
de
los Moros.
Pero Ju
viendo ll egado
a
encen–
der que bavia
~n
la Corte cierta dama , con quien fe
fofpecbaba que el Rey tenia algun ilíciro comercio,
tornó
la
libertad de reprefenrarle con refpeto ,
y
de
fü–
plicarle con iníl:ancia
que
fe firviefe fepararla. Como
vió que profeguia
el
efcánd:do,
y
que aquel Monarca
le
iba entreteniendo con van:is palabras , creyó que
efl:aba obligado
a
pedir licencia pata retinufe ;
y
ha-
yiendofela
nega~o ~
él fe
la.
comó..
..
Fue