f>EVOTOS.
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te
peligrofos
Gempre;
efos
cfpeét:áculos;
'efas alegrías
Día
XXII.
profanas , origen
fatál
de tanto deforden, prueban
por
venrn ra
que
íe
tiene al pec::ido
gi::rnde
horror? Y aun
fas perfonas que fe abfüenen de efos desbrdenes, vi-
ven
fiempre
muy
inocentes? Ah!
que ,
por
decirlo
ali , nos familiarizamos con el pecado: pero nos
f.i–
mil i.irizarémos igLJalmente con los tormemos
que
le correfponden
~
O
Seiíor
!
Y
qué
poco
que
he
conocido
:ti
pec:ido!
Pero
cbmo
le
conozco,
y
c6mo le detd1o ahora! Au–
m entad
mi dolor,
y
perdonad mis maldades.
PUNT O SEGUNDO.
C
Onfidera
que
es
error
dar el nombre de
males
a
lo que
puede contribuir
~
nuefüa
felicidad ;
y
que
a
excepcion del pecado '
codo
puede
fer úül
a
una alma fervorofa.
Las defgracias , las per[ecuciones, las enfermeda.–
des , la
pobreza,
haíla b miíina
muerte ,
todo
pu ede
fervirnos
p~ua
fer dicho"fos,
porque todo
puede
con..,
ducir
para
que füamos
S4nros.
Pocos Santos ha
y
que
no
deban, por
decirlo
a'G~
a
as per[ecuciones,
a
las adverfidadcs ,
a
los
traba jos,
algun
grado,
por
lo menos,
de
fo
elevacion en
el Ci.elo.
Qré
no debieron
los
Marryres
a
los
füplicios? Vuef.:
tros parientes, vuefuos
am!gos , dice
.el
Salvador, os
perfeguirán
>
mas
no por ero feréis
menos dichofos;
porque toda
la
malicia ,
y
toda
la
rabia de los
ryra!\OS.
no podrá arrancaros un folo cabello de b .
cabeza.
Q1ien
efia
en grácia
de
Dios,
el
que
es querido
de
.Oios.
qué
tiene
de que cerner ?Grande error,
reputar
el
odio
del