Enero.
EXE(j\_CIC 10 S
MEDI'T
ACióN.
QJ!E NO HAY EN LA TIERRA
OT'R~
verdadero mal fino
el
pecado.
P U N T O P R I M E R O.
C
Onfidera
que no
hay
en la
tierr3. otro verdJdero
mal,' fino aquel que él folo nos pri va del ver–
dadero bien,
y
del .principfo de todos los bienes.
T al
es
el pecado.
Mirefe por donde fe miráre , el pecado fü:mpre es
pecado. Juzguemosle como Dios le
juzga.
Ecernamen·
te ferá el pecado objeto de
fu
odio,
y
de
fu
indignacion,
y
eternamente ferá mlteri :i de nueíl:ro arrepentim ien·
ro.
Pues c6mo lo puede fer ahora de nueflros defeos,
y
de nueíl:ra compl acenci:i.
~
Todos los que llamamos males en el mundo, en
unto lo fon , en quanro fon confeqüe ncias de l pecado.
El pecado fue
el
que inund6 la t ierra de t:i.nras de fdi–
chas
:1
él
es
el
que tiene encend ido el fuego del Infier –
no;
el
pecado es el que hace infelices
a
los que lo fo n:
la
tranquilidad
y
la
alegria folo
reyn:i.ndonde reyna.
la
inocencia. Siendo
Dios
un
bién infiniw,
y
fiendo
to–
do bien, por sí miúno no puede comunicar otr.J. cofa.
Solo el pecado es quie n caufa todo el mal ,. privaodo–
nos de eíl:e bien.
Y
es eíl:a
la
idéa que fe tiene de l pe–
cado ?Pero dej1rá de (( r menos
mal ,
b
dejará de fer me–
nos pecado, porque-fe tenga de él otra
idéa
d iferente.
Efas
concurrencias de la d iverGon, de donde eítá
fiempre deíterrada la ino encía ; efos desahogos del
Cam.ival, que
fi
no fiempre fon
pecado,
fon
fumamen–
r
•
te