Enero.
EXE1{_ClCIOS
P U N T O
S E G U N D O. .
C
OnGderaque no
hay
med io que Chriíl:o no prac–
ticare
p~ra
defpertar nueíl ra efper"anza ,
y
para
alentar nuelha
fé.
Los my!lerios de
fu
vida, las parricu–
bri.dades de
ru
paúon ) las circuníhncias de fu muerre,
codo es nue vo m )tivo
a
nuefira confianza. Aun él mif–
mo quiere que eíl:a virt ud confo adora fea una de las
qualidad s indifpcn fa ble que deben acompañar
:t
nuef..
tras ora iones, una cond icion necefaria, fin b qual de–
clara
gu~
no
(er~n
oíd:ts. H aíl: a el número,
y
la
gra.ve–did de
los
pecados pu.eden hacerfe lugar en la econo–
mía,
y
e~
el motivo de nue!lra confianza:
Propitiaberis
peccato
meo
;
mu!
tum
efl
enim.
Pero qué fondo de confianza no podemos hacer
fo.
bre la prefencia real de J efu - Chriíl:o en
el
S:icram nto
de la Eucariílb
!
Acab6fe la obra de la redenc'on ;
m1s
no fe apur6 el manantial magotable de füs ternuras,
y
• de fus fi nezas. T odas füs delicias fon eíl::u íiempre con
nofotros. Y defpues de eíl:o bufcarémos otros m<!lrivus
para col o ar en él toda nue!lra confianza
?
O mi
Di.os!Y quanta verdad es que mi poca con–
fi anza prueba con evidencia mi poca
fé
!
Pues por qué he
de efü:i ñar yo el verme cercado de tamos trabajos ;
el
que
fr.
an poco oídas mis oraciones,
y
el que viva tanto
t iempo n rama ne eGdad
?
Sal ré, fal dré de eíl:a mi–
feri .i
or ·u íl:ra mif< ricordi a ,
b
eñor mio, 6 Salva–
dor
m:o,
b
amorofo P'adre mio! Toda mi confonZl. b
pondr ' en vos; .
y
fuera de
vos
en quien podré yo co–
locar a? Aunque fea tan ind igno de vueílra gracia; aun·
que me pr f<· nre ra n ll no de culpas a vueftros divinos
ojos ,
\' U
fue .dulce, vueílro
fa
grado Nombre me
alíen ...
tot,