rDEV'OTOS.
l!l
miOno
nos tiene de.clarad0
que
Colo
vi~o
al
Día
XIV.
mundo para fal var
a
los pecadores. No
fe
ha viíl:o jct-
más Maeíl:ro mas dulce, Padre mas amoro fo. Diriafe
que bafl:aba fe r uno infelíz para hacer[e ac reedor
a
fus
cariños.
V enid
ti
mí los
que eft'ais atribulados,
que
yo
os cvnfo laré.
O
mi Dios
!
y
qué convite can eficaz
pa""'.
[J.
empeñar toda nuefira confianza
!
~é
í1gnifica la parábola del Paíl:or , que dejand()
bs
noventa
y
nueve ovejas , corre aníioío tras a.que'lla.
fola ' que fe ha
d~fca m inado,
y
fe
b
eclu.
a
cueíl:as
fubre .{ns mifmos hombros , pa r:t efcufarla el
crabaj<>
de feguirle
po r
fu
pie~
Q1é
fignifica
la
del hijo prbd!go , que logra
Ul\
Padre de emrafías
~1n
amorofas ,
(}Lle
le fa le al en–
cuentro ;
y
lejos de trata rl e con feverid;\d , le reíl:iru–
ye en todos fi.1 s derechos ,
y
celebra una fieíl:a para.
folemniza r
fu
reconocimiento
~
~é
indulgencia co
b
muger adúltera,
y
qué bon–
dad con el Difcípulo incrédulo
?
Thomás, tú dices que
no qu·ieres creer mientras no metas rus dedos en la
lbg1
de mi coíl:ado : pues yo quiero que metas toda
la
ma–
no. Q.tejafe amorofarneme
a
füs Di ícípulos de que
n ada le pedían, contando por nada los inmenfos be–
neficios de que los luv ia colmado. Con qué liberalidad
fe
efiu eraba en focorre r las neceGd.ldes de todos quan–
tos le (eguian
!
~é
milagros no obi;,aba en
fu
favo r!
Con qué dulzura, con qué afabilidad , con qué rernur2
trataba
y
recibía
a
quamos le
~ufcaban
!
O dulce J efus mio ! qué mas pruebas puedo
d e fea~
de tu bondad, para poner en
tí
toda mi confi :rnza
~
Y
~n
me io de una co.nfü.nza
tan
grande cómo fcrá po–
~le
'lue continúe en
ofender~e,
y
en amarte ran poco.
Gg .
PUN~