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march:iba. como
a
la ventura,
y
fin objeto, vol-
Di;i
XV..
. viendo los ojos ácia todas panes, quando al pie de una
montaiíJ. advirtib una cueva, cuya entrada eftaba cerra–
da con una piedra. Picble la curiofidad de vér lo que
h2via demro, y feparando la piedra, halló una efpé–
cie de falon '
a
quien fervian como de teého las dila..
radas,
y
entretexidas ramas de una antigua palma,
a
cu–
yo pie brotaba una hermofa fuente de agua muy crif.
talina' que formando un apacible arroyuelo '
a
pocos
pafos
fe
perdía en la mifma tierra. Defcubrianfe baf–
tantes fefüiles de que en la parte exterior de la monta–
na
havian habitado antiguamente algunos ocultos Fa–
bricantes de moneda, porque fe veían todavía algunas
chozas con yunques, marrillos, moldes
y
cuños; lo
que daba
a
encender que
debib
fer aquella alguna
fá–
brica de moneda falfa , en tiempo de Marco Antonio>
y
de la Reyna Cleopatra.
,
Q1ando fe vi6 Pablo en lugar tan retirado de
ro~
do humano comercio , fe ftmió mucho mas encendi...
do en el amor
a
la foledad; y mirando aquella cueva
como habiracion que le tenia deíl:inada la divina Provi–
dencia ,
fe
determinó
a
fepultarfe en ella para todos
los d ias de
fü
vida.
Defd e aquel punto no tuvo otra ocu acion que
dedicarfe
a
Ja conrempbcion de las·gran ezas
divin~s,
y
de las verdades eternas, gaíbndo en or:lc ion los di:is
y
bs noches. La palma de la gruta con fus hoj:is,
y
con
fus dátiles le daba con que cubrirfe ,
y
con que ali–
mentar[e haíl:a los 53. años de fu edad. Defde alli ade–
lante , queriendo Dios dár
a
entender el efpecial cui–
dado que tiene
fu
amorofa providendia de
los
que
por
fu
aipor lo dejan todo, difpufo que un cuervo k
na~