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r
os
.~nero.
traxeíe cada dia medio pa.n , como al Santo Profeta
Elías,
milagro
qu~
fe
~ontinL1Ó
hafia
el dia de
flíl
muerte.
Hallabafe Pablo en los ciento
y
trece años de
fü
'edad,
ha
viendo pafado noventa en aquel
g~nero
ele
vi–
da,
quando querienc!o el Seflor defcubrir
a
todo el
mun~
do Chrifüano aquel re(oro e[condido , permitió que
á
San Antonio ,
que
a
la fazon tenia noventa años ,
y
ha vía
mu,hos
que
vivia en otro deGerro , le afa lráfe
el vano c.kfeo de
Caber
fi
havria en aquellos deGercos
otrn folitario , que hu viefe vivido
en
ellos
por
tant0
tiempo,
y
qtJe
prof~safo
una
vida
tan
perfcéh
come>
la
Cuya.
La noche íigqíente tuvo un fueño, en que
Dios le dió
a
entender que con efeél:o luvia en aque–
l.las
foledades un
Ermitaño
mas antiguo,
y
mas San–
to
que él.
Apenas amJ.neció el otro día , quando Antonio fe
pufo
en camino, fin que le emb,irazáfe el
pefo
de
los
años ;
y
emregandofe
a
la
direccion de
la
divina.
Providencia,
anduvo fin cefar,
y
Gn
faber
a
donde
iba.
Acia
el
medio
dia
fe
encontró
coq
un.i efpecie de
monf–
truo, que al principio le causó algun
miedo ,
porque
tenia la figu ra
como
de hombre ,
y
de
caballo.
Per~
poniendo
toda la confi:mza en D ios,
y
hecha. la feñal de
h Cruz,
preguntó
al
moníl:ruo con
intrepidéz ,
G
fabía.
donde habitaba el úervo de Dios. San Gerónymo, que
rdiere eíl:e hecho, dice que
111
viendole mofl:rado
el
lu–
gar
aquel
animal
con.
[u
mano
derecha, el bruto fe en–
tró corriendo por la afpereza ,
y
Antonio
proíi
0
uió fü
c:imino. A
la
maíuna
d 1d ía íiguiente encontró otros
mu
bos
moníl:rnos de
figuras horribles
y
efpantofas,
q~.e
quizá
ferian efp
él:ros
Ó
iluGones
1
con que el de-
o-