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Enero.
muger que adolecía -de un cancer monal,
y
peíl:ilen–
te, apenJs tocó el habito dd Santo quando quedó re–
pentina,
y
perfeél::unente buena. Corrió defpues
Theo~
doíio otras muchas Ciudades de la Paleíl:ina , predi–
cando contn la heregía de los Eutichianos,
y
hacien·
do inutil el Decreto del Emperador. Irritado eíl:e
Prin~
cipe del zelo ardiente ,
y
eficáz de nueíl:ro Santo, le
d eíl:erró ' m andando que en aquel mifino dia faliefe
a
cumplir
fu
deíl:icrro. Obedeció TheodoGo,
y
parrió
con tanta alegria de verfe deaerrado por
lJ
Fé , que
confe:ió no h ,tverla tenido igual en coda
fu
vida. Pero
havíendoíela quitado · al ·infelíz Emperador un rayo
poco tiempo defpues, fe reíl:irnyeron de
fu
deíl:ierro los
Santos Confefores de Chri.6l:o ,
y
Thcodoíio volvi6
a
fu
Monaíl:erío,
Puedefe difCL:lrrir con qué gozo fería recibido de
fos amados hijos ,
y
qual [ería el r cíproco confudo
<le los hijos
y
del Padre. Contaba el Sanco
a
la fazon no·
venta
y
cínco aiíos ,
y
vi ví6 defpues otros once , fin ex..
perímemar decadencia en la razon, ni en la virtud: an–
ees al
con~rario
una y otra cobr:iban nuevo vigor, con·
forme
fe
iba acercando ácia
el
fin de la vida. No fe,prac–
tíca la monificaóon ,
la
devocion , la
pied:i.d,
y
el fer–
vor en la yejéz,
G
no fe exerc"i[an eíl:as vinudes en la ju·
.venmd. Jamás quifodifpenfarfe en nada efte Canco an–
ciano , ni en los exerócios de devocion , ni en los rigo–
res de
la
penítencia. Nunca fue mas fervorofo gue quan·
do
y~
páfaba de cien aíios. A los ciemo
y
cinco
le
envió
Dios una enfenued:td mu
y
dolorofa, que le durb por un
año , para purificar
fo
virrnd ,
y
par:t exercicar
íi
1
pa–
ciencia. En fin, vienclo t}ue
íe
acercJ.bala hora de'l def–
canfo ectrno,defpues de haver exhorrado
á
todos
Cus
hi-
.
jos